ᴋɪss ᴍᴇ?

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ʟᴇᴇʀ ᴄᴏɴ "sᴛᴀʀɪɴɢ -ᴛɪᴘʟɪɴɢ ʀᴏᴄᴋ"

ʟᴇᴇʀ ᴄᴏɴ "sᴛᴀʀɪɴɢ -ᴛɪᴘʟɪɴɢ ʀᴏᴄᴋ"

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—Muchas gracias hermano.— el chico sonrió dándole la mano a Dan que la aceptó aunque pronto el desconocido lo volvió un abrazo. —Gracias, si algún día necesitas algo ve al badulake y pregunta por David Ramos.— le sonrió al enmascarado para después correr lejos de comisaría, el sol terminaba de caer y la ciudad de noche no era una buena recomendación.

Horacio entró de nuevo al edificio a sus espaldas. La nieve caía cada vez más y seguramente pescaría otro resfriado si permanecía fuera más tiempo. Miró el mostrador vacío, carecían de oficiales así que por el momento le tocaba a él y Volkov permanecer en comisaría mientras el Superintendente y los oficiales se encargaban de toda la ciudad.

¿Por qué Horacio se había quedado con Volkov? Pues Conway no confiaba en que tomaría sus pastillas y en la única persona que confiaba era en aquel Comisario ruso, aunque Horacio recalcaba el sentirse mejor y poder dejar el tratamiento el Superintendente se negaba rotundamente ya que el héroe debía estar perfectamente sano para proteger a la gente, algo que el de la cresta no negaba.

Caminó hasta los vestidores para luego ir a aquella zona común donde bebían café, platicaban, comían y, jugaban hockey de mesa y tiro al blanco. Se acercó al refrigerador sacando la leche, de los anaqueles sacó su taza de "Héroe #1", que Greco le había regalado semanas atrás, y el chocolate en polvo junto con una cuchara. Vacío el líquido blanco en la taza y luego la colocó en el microondas para calentarla unos minutos.

—Buenas noches.— una voz lo hizo salir de sus pensamientos, giró viendo al ruso sacar una taza y el azúcar. —¿Sacó al prisionero?

—S-sí.— asintió sacando su taza y añadiendo un par de cucharadas del polvo saborizante. —Al parecer va a nevar fuerte.— estaban ellos solos en toda la comisaría así que podían hablar tranquilamente. El ruso solo asintió poniendo su taza en la cafetera, la llenó al tope de aquel líquido amargo.

Permanecieron unos minutos en silencio, con Horacio abrazando su taza tratando de calentar sus manos y Volkov bebiendo café tranquilamente.

—¿Ya tomó su medicamento?— mierda.

—Noup.— el peligris le dedicó una mirada de desaprobación. —Es que se me olvida, no es a propósito.— se encogió de hombros y bebió de su chocolate, disfrutando de la sensación al sentir su cuerpo calentarse.

—Andando, a tomar la medicina.— Volkov comenzó a caminar en dirección a la recepción donde habían dejado las pastillas. Horacio lo siguió con la mirada en su taza, pronto llegaron y el ruso empezó a buscar la bolsa con medicamentos.

—Vo-volkov.— susurró el mayor frente a las grandes puertas de entrada. —Volkov.— habló un poco más fuerte. —Tenemos un problema.— no hubo necesidad de explicar el por qué ya que el contrario estaba a su lado cuando terminó de hablar.

—Yebat.— ambos se miraron un segundo para luego volver la mirada al frente.

Una gran capa de nieve de al menos 1 metro cubría todo el piso de la entrada a comisaría, la iluminación de los postes de luz mostraba que toda la ciudad estaba igual.

—Estamos atrapados.

Heather ☣ volkacio ☣ AUWhere stories live. Discover now