CAPÍTULO 23: XUE YANG Y XIAO XINGCHEN

495 51 28
                                    

Nota: Ellos son muy importantes, tendrán mucho que ver en lo que le pase a nuestro wifi...

Ahora sí continúen....

.

.

.
Hace unos años atrás...

Una fría tormenta de nieve, era tranquila, pero la helada cubría la delicada piel de aquel chico de trece años, era frío, pero quemaban como el mismo infierno para él.

Xue Yang siempre recordaría un punto de luz en medio de todo el bosque, en medio de todo la oscuridad que había vivido.

Pero ese día...

Su único refugio, un tronco seco de un gran árbol a mitad del bosque, lo suficientemente grande para caber dentro, su respiración era débil, podía notar como su aliento se veía a través del paisaje blanco.

Añoraba algo que le diera calor, había escapado de unos hombres que lo querían matar por robar algo, las descuidadas prendas estaban desgarradas y tenían sangre por todos lados.

"Pensándolo bien, por que busco refugio, no me queda tanto de vida, jajaja sería mejor que me encuentren y así acabar con esta vida miserable..." Fueron sus pensamientos.

Toda su vida era como la oscuridad, si trataba de luchar por salir de ahí, sentía que más lo arrastraban, ese punto de luz se convirtirìa en lo más amaría...

-¿Hay alguien ahí?.- se escuchó una voz a la distancia.

Con las pocas fuerzas que tenía, Xue Yang abrió los ojos, a pesar que su vista estaba distorsionada, vió a un chico, parecía tener casi la misma edad que él, llevaba túnicas blancas y una linterna en sus manos.

-¿Estas bien?.- cuestionó con preocupación.

Pero Xue Yang no respondió, tenía una navaja que sacó a ocultas de sus prendas y apunto al contrario con ella.

Pero para su sorpresa el otro chico no se movió.

-¿Por qué estas aquí? .-dijo con voz agitada, la fiebre alta en su cuerpo lo estaba debilitando más.

El niño de túnicas blancas puso la linterna en el suelo, se sentó muy cerca de él y hablo con tranquilidad.

-Tranquilo, no te haré nada, solo quiero ayudarte...mi nombre es Xiao Xingchen, tengo doce años.

-...-Xue Yang bajó la navaja y recostó su cuerpo nuevamente.

Xiao Xingchen sacó un pañuelo blanco de entre sus túnicas y comenzó a limpiar la sangre que había en el rostro de Xue Yang, claro que al inicio Xue Yang lo detuvo.

-¿Que haces? No puedes tocarme de la nada .- refutó.

-Te ayudaré, muchos te están buscando en los alrededores.

Xiao Xingchen terminó de limpiar el rostro del contrario, pasó sus brazos por el cuello de Xue Yang, para tratar de sacarlo del tronco.

Xue Yang pudo por primera vez en mucho tiempo, la calidez al ser abrasado por alguien, era raro, normalmente le incomodaba todo contacto con otra persona, pero con él estaba tan a gusto, que podía dormir en esa posición para toda la vida.

Al tener esa idea su corazón al empezó a comportarse de una manera que no conocía, se aceleró, lo que más le asustaba era que le diera un paro cardíaco por las heridas que tenía.

Xiao Xingchen sintió el temblor en cuerpo de Xue Yang.

-¿Te duele?...lo siento, no soy bueno en estas cosas.-trataba de revisar el cuerpo herido de Xue Yang que aún estaba en sus brazos sin poder moverse.

EL DESTINO DE UNA DEIDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora