Capitulo 8

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John corrió por todo el lugar, escuchando a Alex llamándolo, unas ganas gigantescas de llorar lo invadieron, sentía el rechazo y lo odiaba, se odiaba en ese preciso instante.

El pecoso encontró un lugar seguro, Alexander ya estaba cansado y solo había perdido de vista, se maldijo internamente buscándolo hasta que escucho la campana, ahora había maldecido a la campana, aunque no podía ignorarla, ese día tendría examen.

Mordió su labio y suspiro exasperado, ahora corriendo hacia su clase, esa era la última clase y podría buscar a John y decirle sus sentimientos, tal vez ese tiempo le ayudaría a calmar sus nervios y a organizar sus palabras. John se alivió al escuchar la campana y espero unos minutos antes de salir, asegurándose que Alex no seguía ahí, casi preparado para correr de nuevo si era necesario.

Esa clase la tenía libre otra vez, realmente nunca tomaba la última clase, esta vez con el pánico de la respuesta de Alex decidido irse, casi corriendo, fuera de la escuela, obviamente no llegaría a su casa directamente, ese día no quería morir, así que iría a dar vueltas por algún parque cercano.

Se sentó en el pasto y suspiro, era un estúpido, ¿Como se atrevía a confesarle tan gran cosa a Alex en ese momento? No llevaban mucho de conocerse y aunque a John le pareciera lo más magnifico del mundo no sabía si Alex pensaba igual. Tal vez solo sentía atracción, pero ¡por favor! Nadie le negaría que le parecía increíble estar con Alexander, solo respirando el mismo aire.

Tallo su cara con fuerza en forma de reproche y miro hacia arriba, se encontró con el cielo casi completamente despejado, lo ayudo a liberar algunas tensiones y pensamientos que no necesitaba en ese segundo, solo quería relajarse, como si no fuera a volver a ver a Alex ni siquiera en otra vida.

Subió sus rodillas y se decidido a quedarse ahí hasta que fuera hora de regresar, esperando no llegar tarde o que alguien lo descubriera.

***

Al terminar la última clase Alex salió disparado hacia fuera de su salón, apenas sosteniendo su mochila, busco hacia todos lados con su mirada, pero nada. No hubo señal alguna de su pecoso. Comenzó a correr para buscarlo, mirando entre salones y bancas, intentando no perder nada de vista.

—Mon ami, ¿estás bien? —escucho a Laff a sus espaldas y negó.

—No encuentro a John, necesito encontrarlo, yo... --suspiro y tomo aire. --necesito decirle todo...

El francés lo miro desconcertado, ¿Que tenía que decirle que era tan importante como para verlo en ese estado? No se lo pregunto más y mejor se acercó para arrastrar a su amigo fuera de la escuela. —Ya, lo veras mañana...

—Pero, ¿qué tal que no viene mañana?

—Pues lo veras el sábado.

—Pero, ¿y la fiesta?

—Que se vaya a la mierda la fiesta, tu relación es más importante. —Se detuvo cuando se encontraban fuera de la escuela y Lafayette siguió. —Ahora, respira, tranquilízate y vuelve a casa, pídele un consejo a tu madre, esa mujer sí que sabe de la vida. —Le sonrió a Alex y concluyo con un. —Y piensa antes de hablar ¿Okay? No seas un imbécil.

Eso hizo que Hamilton riera y se destensara, asintiendo a las palabras de su amigo, lo abrazo en forma de despedida y comenzó a caminar hacia su casa, intentando no preocuparse de más, aunque le parecía una tarea muy complicada, intentaría lo mejor.

Después de unos minutos de nervios puros arribó a su casa, cansado y con ganas de dormir todo el día, toco la puerta y abrazo a su madre cuando la vio abrir.

Green [Lams]Where stories live. Discover now