Minhyuk y Kihyun llegan a ese pueblo remoto en la isla Jeju con el objetivo de encontrar al primer amor de su abuelo Lee.
Lo que no esperaban de ese improvisado viaje es desterrar una historia desconocida para su familia, y, además, adentrarse en l...
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Al siguiente día, Hyunwoo y Jooheon, quien accedió gustoso a acompañarlos, se reunieron con Kihyun y Minhyuk en la casa de huéspedes y después de que la Sra. Hyunja les ofreciera, según ella, un "ligero desayuno" (llenó la mesa de comida), partieron hacia su destino.
A medio camino se encontraron con Changkyun comprando un helado en una tienda cerca del parque en el centro.
—¿A dónde van que no invitan?
—Vamos a la montaña —le contestó Hyunwoo sospechando que Kyun se había escapado de sus obligaciones en casa.
—¿Van a ver a la abuela Dodo? —preguntó con emoción, sin dejar de darle lengüetazos a su nieve de vainilla.
—¿Vienes? —le dijo Minhyuk pasándole el brazo sobre su hombro con confianza.
—¡Sí! —exclamó el otro y los siguió con su helado en mano.
Fue así como a la comitiva se agregó otro integrante más. Los cinco jóvenes emprendieron el trayecto hacia la colina. La vegetación se fue haciendo más y más espesa conforme subían la ladera, pero los primos parecían conocer muy bien esos lares y avanzaron con paso firme por las distintas veredas del camino.
Cuando llegaron, se encontraron con una construcción tradicional, bastante antigua y amplia. Cruzaron el umbral del arco de la entrada y caminaron hasta llegar a un gran jardín lleno de flores de ornato. Encontraron allí a la Sra. Dohee plantando en la tierra una hortensia azul. Volteó al sentir la presencia de otras personas y Kihyun se sorprendió al verla.
No era una ancianita que infundiera ternura, se viera indefensa o, al contrario, fuera huraña y prepotente. Era una mujer alta y delgada, cabello largo y entrecano, de porte elegante, con un aura de fortaleza que no se podía negar incluso en ese primer encuentro.