Into the Fray - BTS [Norte]

23. Hajun

Hoy me he despertado antes que de costumbre. Cuando la señora Park me ha avisado para desayunar, llevaba ya al menos una hora pensando, pensando y pensando. Pensando en él. Y por más que intentaba quitarme su imagen, su tacto y sus sonidos de mi cabeza, no era capaz. Tampoco podía desenmarañar lo que sentía y siento al respecto, ni por qué cada vez que visualizaba su cara entre mis piernas me palpitaba la intimidad. Nunca he tenido deseo sexual, porque para mí el acto era un trámite más, una especie de penitencia. Mi cuerpo siempre se había cerrado en banda y ahora... está claro que no está para nada en contra de la posibilidad de tener que volver a acostarme con Jeon.

Aun así, cuando me levanté y fui al comedor de los Park para desayunar junto a ellos y a Yuna y Chae (que esta vez se han quedado a dormir en esta casa por razones que desconozco), intenté olvidarme de todo para poder seguir con mi plan y prestar atención.

Ahora noto que todos confían más en mí. No solo Jungkook, eso es evidente; aunque quizá sí que haya tenido algo que ver. Sé que no le habrá dicho nada de lo que pasó entre nosotros a la señora Park, pero... es como si lo supiese. Porque durante el desayuno veo que se contiene menos a la hora de preguntarle a las dos chicas por sus líderes. Por eso descubro que Hose viene de Hoseok y que es el líder de Yuna; mientras tanto, Chae viene del campamento de un tal Yoongi y, por sus palabras, esta vez Jin —el amante de Kim Namjoon— no ha venido.

Son cosas superficiales, soy consciente, pero también sé que es un paso, porque siempre que salía el nombre de Hoseok en las conversaciones, lo cortaban con bastante rapidez y ahora... a la señora Park le ha dado igual. Quizá es porque está viendo que estoy más distraída que de costumbre, sin apenas emitir palabra. Porque cuando me habla, pego un bote tan grande que se me cae la cuchara en el bol de la sopa y me salpica entera.

"Hajun, céntrate. No puedes estar dedicándole la mitad de tu mente a Jungkook".

—Cielo, ¿estás bien? —pregunta, pasándome su servilleta para que pueda limpiarme todo lo posible (desastre, porque estoy llena de manchas). Se lo agradezco con una inclinación de cabeza antes de cogerla de sus manos para empezar a pasarlo por mi escote. Y no puedo evitar pensar en Jeon justo ahí, lamiendo mis pezones y...

"Para, Hajun. Te lo digo en serio: te estás desviando del plan".

—Eh.. sí. ¿Qué me ha preguntado antes? Estaba un poco distraída.

—Se te nota, cariño. Por eso te preguntaba... Pero bueno, si dices que estás bien... Quería saber qué estuviste haciendo ayer.

"Corriéndome en la boca de Jeon. Y en su pene. Y...".

Agito la cabeza, porque no soy capaz de quitarme el pensamiento de mi mente. Mi intimidad se me rebela cada vez que lo recuerdo, y necesito estar concentrada. Hay dos personas importantes desayunando conmigo, seguro que puedo conseguir algo de información.

—Me tocó turno en la armería con Jungkook —admito. En cuanto lo digo, dejo la servilleta a su lado—. Estuvimos limpiando algunas armas y haciendo el recuento.

—¿Y terminasteis todo el trabajo?

"Pues no sé, señora Park, porque después de que estuviese una hora haciendo vaya usted a saber el qué, me empezó a besar y todo se descontroló un poco".

—Sí. Ya estamos acostumbrados a trabajar juntos —respondo encogiéndome de hombros—. ¿Por... por qué lo decía?

—Porque imagino que hoy que Jungkook tiene reunión no tendrás nada más que hacer, y he pensado que ya que me has estado ayudando a cocinar, quizá te gustaría acompañarme al comedor. Voy a echar una mano con la comida de hoy, ¿te parece bien?