olor a estrellas; edser

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El bölüm 14 ha sido un dolor constante y me niego a aceptar ese "bitti" final. Así que he escrito este relato para que tengamos un futuro alternativo en el que acaban felizmente enamorados, como merecemos nosotras y como merecen ellos.
Casi todo está desde la perspectiva de Serkan, pero es que es mi debilidad y no puedo verle sufrir :(

Espero que lo disfrutéis ✨💖

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Serkan Bolat era un arquitecto con renombre, un gran empresario, un hombre de negocios por todos sus costados. Era serio, ordenado, preciso. Sabía que decir, cuándo decirlo y por qué decirlo. Nada se salía de su cuadro programado.
Su empresa era su santuario y lo único importante a lo que le daba atención. Un traje con chaleco, una corbata, la chaqueta al hombro, las gafas de sol y el móvil en la mano eran sus accesorios permanentes, que acompañaba siempre con una mirada perspicaz y un juicio crítico para conseguir los acuerdos que quería justo cuando los quería y de la manera en la que los quería.
Serkan Bolat era exactamente todo eso, la definición de formal y metódico.

Hasta que llegó Eda Yildiz y se convirtió en una estrella fugaz a la que él pensaba pedirle deseos eternamente. Llegó con su sonrisa deslumbrante y su olor constante a flores y su carácter enérgico y su humildad y Serkan no pudo evitarlo: se enamoró locamente.

Lo que en un principio fue un simple contrato en el que acordaban hacerse pasar por una pareja recién comprometida con el objetivo de separar a su exnovia del hombre con el que se iba a casar, acabó llevándole a vivir la mayor aventura de su vida: conocer a la inteligente y talentosa mujer que se encontraba detrás de ese ceño fruncido que le gritó "¡robot!" por primera vez el día que se conocieron.

Descubrió a una mujer trabajadora que no pretendía rendirse nunca, que quería seguir luchando por conseguir su sueño de estudiar en Italia y ser una gran paisajista. Conoció a una mujer leal a sus amigas y a sus principios, atenta con aquellos que necesitaban ayuda, responsable, apasionada, encantadora.

Eda se fue convirtiendo, así, tan lentamente que no fue capaz de percibirlo, en un soplo de aire fresco en su vida, un respiro de su mundo tan simétrico, la vía de escape que no quería dejar de elegir. Eda estaba empezando a adueñarse de sus pensamientos y de sus sueños y de todas sus esperanzas. Así que Serkan no pretendía otra cosa que hacerla feliz todos los días.

Sobre todo, después de que, en un arrebato de sentimientos, la tarde en la que ella cogía un avión para irse a Italia por fin, él persiguió su taxi y le confesó su amor en la puesta de sol a la orilla del Bósforo.

El contrato había dejado de tener sentido para ambos, pues el odio que sentían por el otro estaba empezando a olvidarse y a ser desterrado por un amor huracanado que parecía estar haciéndoles daño. Eda pensaba que Serkan seguía enamorado de su exnovia, Selin, y quiso huir a Italia, deseando estudiar y poder olvidarse de ese hombre que acababa de descolocar su mundo en apenas unos pocos meses.
Serkan, por otro lado, pensaba que ella jamás podría sentir lo mismo por él, que su deseo no era más que finalizar ese contrato que tanto les ataba y desaparecer a Italia.

Pero, por primera vez, se dejó guiar por lo que le decían sus emociones y detuvo el taxi de camino al aeropuerto. Ella, indignada, con el corazón estrujado y las lágrimas brillando en sus ojos, le pidió una sola razón para quedarse y Serkan, con un valor que no sabía que tenía, la entregó su alma en cinco palabras.

–Estoy locamente enamorado de ti.

Y la besó, dejando que sus labios confirmaran la realidad de lo que acababa de decir. La besó como llevaba queriendo hacerlo desde hacía semanas.

Los deseos de las estrellas | one shots edser y hankerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora