Hasta la última canción [COMPLETA]

05 | Cambios

Qué frío, dios, estoy empapada.

Saco mi móvil del bolsillo mientras abro lentamente la puerta principal. Es muy tarde, espero que mi madre esté ya dormida, ahora mismo lo que menos me apetece es una discusión con ella. Intento no hacer ruido mientras me dirijo deprisa hacia las escaleras para subir a mi cuarto. Me asomo por el pasillo para ver que mi madre está en su habitación con la luz apagada. Cierro con cuidado la puerta de mi cuarto y me tumbo en la cama, satisfecha. Misión sigilo completada.

Desbloqueo la pantalla de mi móvil y veo un montón de notificaciones, me incorporo en la cama, esto es nuevo y raro, muy raro, mi vida social se resume en Rachel.

Y cómo no, esto se debe a ella, ha subido fotos del concierto de hoy y al etiquetarme en ellas, me han empezado a seguir Maddie, Kyle, Isak... ¡Isak!, aún llevo puesta su chaqueta. Está chipiada, dios, no puedo devolvérsela así mañana, con lo majo que ha sido conmigo al acercarme a casa. La dejo en el radiador, sí, así mañana estará seca.

Pensar en él me hace pensar en el día tan largo que ha sido hoy, han pasado muchas cosas y mis emociones están dispersas. Las palabras de Maddie "supongo que vendrás ahora con nosotros", ¿lo decía en serio? ¿Me gustaría que lo dijera en serio? ¿Realmente voy a encajar ahí? Tiene sentido en parte porque durante mi estancia en Londres, Rachel ha estado todo el verano conociendo a esta gente, y yo me he quedado atrás. Esta sensación me angustia, tengo que integrarme con ellos o podría perderla.

Tengo que hacerle muchas preguntas... Entre esa infinitud de pensamientos me acabo quedando dormida.

- ¡Elizabeth! - Mi madre golpea mi puerta y pego un brinco en la cama. ¿Cuánto he dormido? Anoche llegué muy tarde... Mierda, mi ropa, no me cambié ayer. - Venga, levántate o llegarás tarde.

- ¡Voy, voy! - Me quito rápidamente la ropa de anoche y me preparo la de hoy. - ¡Me voy a meter a la ducha primero, luego desayunaré! - Me miro en el espejo, ni siquiera me desmaquillé al llegar. Menudas ojeras, parezco un panda.

Salgo de la ducha y veo que tengo 4 notificaciones en mi móvil, justo en ese momento llaman al timbre, ¿qué...?

- ¡Rachel, qué alegría, cariño! Anda sube a ver si consigues que esa perezosa no llegue tarde el primer día de clases. - Escucho como mi mejor amiga se ríe.

- ¡Te estoy escuchando, mamá! – Grito desde el piso de arriba.

- ¡Qué raro que con esa música tan alta a las siete y media la mañana puedas oír algo más!

Enciendo la pantalla de mi móvil para bajar el volumen, y veo los mensajes de Rachel.

Kyle y yo pasamos a por ti en 10 minutos.

¿Estás despierta, Lizzy?

Te voy a matar, Elizabeth.

Cuando usa mi nombre completo sé que estoy metida en severos problemas. Antes de que pueda pensar una excusa, escucho cómo golpea con fuerza la puerta de mi baño. - Venga, Lizzy, por dios. Que nos están esperando en el coche. - dice esto último más bajo. ¿Coche? Ah, Kyle. Ahora iremos todos juntos, supongo.

Me visto con rapidez y la dejo pasar. - ¿Qué tal anoche? - Intento desviar su enfado en algo de lo que sé que quiere hablar, para que no me arranque todos los pelos de mi cabeza.

- Sino me gustasen tanto tus mechas azules, estarías calva ahora mismo.

- Agradezco entonces que tengamos el mismo color favorito. - No consigo hacerla reír y sé que debo disculparme con ella. - Vale, lo siento, me he quedado dormida, pero en parte es culpa tuya por hacer que ayer me lo pasase tan bien hasta muy tarde. - Confieso mientras voy de lado a lado en mi cuarto preparándolo todo.