AMIGOS SEXUALES

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Al día siguiente Jimin estaba concentrado en su trabajo, pintando una pared de una de las casas que estaban terminando de construir.

Jimin soñaba con algún día poder comprar una pequeña casa como aquella, para él y para su hijo, no necesitaba nada más grande, con dos dormitorios sería más que feliz. Especialmente le haría feliz saber que tendría un lugar donde envejecer y donde recibir a su hijo y a sus nietos.

Era un lindo sueño...

Que tal vez podría volverse realidad. Todavía le dolía la cadera de la noche anterior, cuando había logrado hacer realidad otro de sus sueños. Jimin aún no terminaba de creer lo sucedido la noche anterior. Por más que se pellizcaba el brazo, aún no podía creer que se había acostado con Taehyung. Y no una, sino dos maravillosas veces. Aquellas imágenes alimentarían por años sus sueños. La noche anterior apenas había podido dormir, sus sueños habían estado llenos de imágenes de Taehyung y él juntos.

En esos momentos la voz potente de Taehyung sacó a Jimin de sus sueños.

—¡Jimin! —cuando se giró a mirarlo, el rostro de Taehyung estaba serio—. ¿Puedes venir a mi oficina por favor?

—Por supuesto, en seguida —dijo sacándose los guantes.

—Ahora si te despiden... —escuchó decir a Medina. Medina era el capataz y además un idiota. Se dedicaba a insultar y molestar siempre que podía, a él y a los otros trabajadores dentro del programa de reinserción social.

Siguió a Taehyung en silencio mientras cojeaba, siempre que hacía mucha fuerza o caminaba demasiado le dolía la cadera. Jimin entró en la oficina esperando que Taehyung hiciera algún cometario sobre la noche anterior, incluso pasó por su cabeza que Taehyung lo despidiera. Pero apenas se cerró la puerta, Taehyung lo atrajo a sus brazos y lo besó.

—Mmm... —fue todo lo que pudo decir antes de ponerse en puntas de pie y devolverle el beso.

—¿Cómo estás? —preguntó Taehyung contra sus labios—. Te vi cojeando esta mañana.

—Estoy bien, siempre que le exijo mucho a mi cadera me molesta un poco y anoche le dimos bastante trabajo a mi cadera —dijo sonriendo.

Taehyung sonrió y aquella sonrisa iluminó el día. Jimin llevaba meses viendo a Taehyung molesto o con el ceño fruncido. Verlo sonreír era un cambio muy agradable.

—¿Por qué te marchaste anoche?

—Tenía que volver a mi apartamento, ya sabes que tengo que estar aquí temprano y no quise despertarte.

—Podría haberte llevado a tu apartamento.

—Estábamos cerca...

La última frase casi no se escuchó porque Jimin se quedó sin aliento al sentir que Taehyung mordisqueaba suavemente su cuello y le abría los pantalones.

💠💠💠

Taehyung casi gruñe cuando Jimin le abrió la camisa y luego los pantalones. Jimin lo besó como un poseído y Taehyung le bajó los pantalones. Abrió rápidamente el cajón y sacó un par de condones y el lubricante. Se puso uno de los condones y luego otro a Jimin.

—No quiero que hagamos un desastre —le dijo a Jimin.

—Bien pensado, debo volver a trabajar...

—No todavía... —dijo besando los pezones de Jimin y notando la ausencia de sus aros—. Te los sacaste...

—No los uso cuando trabajo.

Taehyung se alegró, no quería que nadie más que él los viera.

Jimin se giró rápidamente y se inclinó sobre el escritorio. Taehyung suspiró con la vista del precioso trasero de Jimin, colocó rápidamente el frío lubricante en su trasero y se enterró rápidamente en Jimin.

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