ABOGADO

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Al día siguiente, Jimin pidió la tarde libre en su trabajo para ir a consultar a un abogado. Después de su discusión con Sara, quería saber que opciones tenía.

No había visto a Taehyung en la mañana, así que su novio aún no sabía lo sucedido la noche anterior con Sara. Solo habían hablado por teléfono, pero mantuvo la conversación en otros temas; decidió que se lo diría cuando tuviera algo más clara la situación.

Miró nervioso a la recepcionista que lo había atendido en la oficina de abogados donde se encontraba. Alen había consultado a un amigo si conocía un buen abogado de familia, le habían recomendado inmediatamente a Adrián Abreu, según Alen, el hombre podía hacer milagros.

Le asustaba un poco que si era tan buen abogado también debía ser muy caro, pero no le importaba, si tenía que conseguir otro trabajo, gastarse sus ahorros o hacer horas extras; incluso aceptaría la ayuda económica de Taehyung si era necesario, haría lo que fuera por su hijo.

—Ya puede pasar —le dijo amablemente la secretaria.

—Gracias —dijo levantándose y entrando tranquilamente a la oficina.

Apenas cruzó la puerta un guapo hombre de ojos verdes lo recibió.

—Tú debes ser Jimin —le dijo estrechando su mano.

—Gracias por recibirme tan rápidamente.

—No es problema, toma asiento y cuéntame tu caso.

Jimin tomó aire y trató de relajarse, esperaba que Adrián no fuera homofóbico y rechazara su caso.

—Bueno, lo que pasa es que estoy legalmente casado y tengo un hijo de tres años. Me separé de Sara, mi esposa, antes de que naciera mi hijo y no he podido divorciarme porque ella no quiere hacerlo.

—Y eso te obliga a un divorcio unilateral —dijo Adrián.

—Exacto, el punto es que actualmente estoy saliendo con alguien... con un hombre. Ayer ella lo supo y amenazó con no dejarme volver a ver a mi hijo. Incluso insinuó que diría que yo podía haberlo lastimado. Ella sabe que ningún tribunal se pondrá de mi parte, no solo por ser gay, también tengo antecedentes criminales.

Adrián parecía cada vez más molesto mientras escuchaba a Jimin, al parecer, el guapo abogado si era homofóbico después de todo.

—¿Aún te dedicas a actividades ilegales?

—¡No! Absolutamente no. Estoy inscrito en un programa de reinserción social desde hace casi cuatro años, pero...

—¿Pero?

Jimin le relató lo ocurrido con su identificación y sus dudas sobre una posible condena pendiente.

—Voy a ser honesto contigo, Jimin, los tribunales de familia suelen favorecer a las madres y va a ser mucho más complicado por el hecho de que eres gay. ¿Recuerdas a la jueza Atala?

—No.

—Es la primera y única jueza chilena que asumió públicamente que es lesbiana, dejó a su esposo por una mujer y su ex marido la demandó ante los tribunales por la tuición de sus hijas menores de edad, basado en su orientación sexual.

—Sí, ahora lo recuerdo. Ella perdió a sus hijas.

—Exacto, finalmente ella demandó al Estado ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos por discriminación, luego que la Corte Suprema le negó la tuición de sus hijas, producto de su convivencia con una pareja homosexual. El caso ha sido ampliamente debatido.

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