CAMBIANDO ROLES

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Mientras Jimin terminaba de secar los platos del almuerzo, no podía quitar los ojos del espectáculo frente a él: Taehyung estaba acostado sobre el estómago en su vieja alfombra, jugando a los autitos con Taehyungie.

Le encantaba pasar los fines de semana con Taehyung y su hijo. Su novio era genial con Taehyungie, incluso a veces se sentía un poco celoso de que su hijo parecía divertirse más con Taehyung que con él, que era su papá.

Volvió a mirarlos y en esos momentos Taehyungie le pasaba un autito a Taehyung por la cabeza. Jamás, ni en sus más locos sueños imaginó que vería a Taehyung así, tan hogareño y paternal. La imagen se contradecía con la imagen de playboy que se había formado de él cuando lo conoció. Tal vez porque el personaje de Queer as folk, Brian Kinney era así, pero Taehyung definitivamente no lo era.

Llevaban un par de semanas oficialmente juntos y lo primero que Taehyung le había pedido era que no saliera con otros hombres. No era necesario que se lo hubiera pedido, porque Jimin no había siquiera mirado a otro hombre desde que lo vio por primera vez.

Últimamente pasaban mucho tiempo el uno con el otro, y también pasaban casi todas sus noches juntos, tanto en su apartamento como en el de Taehyung. Tal como su novio le había dicho, tenía un enorme y delicioso jacuzzi, el que disfrutaban juntos cuando iba a visitarlo. El jacuzzi se había transformado en su lugar favorito por esos días, y era algo que tenía en común con Tomy, según le había contado Taehyung.

Volvió a sonreír y esta vez Taehyung levantó la cabeza y lo miró intrigado. Le entregó los autitos a Taehyungie antes de levantarse del suelo y caminar hacia él; una parte suya se desilusionó de que Taehyung dejara de jugar con Taehyungie, le gustaba verlos compartir momentos como esos.

—¿Está todo bien? —preguntó Taehyung llegando hasta él.

—Sí, solo me preguntaba algunas cosas.

—¿Qué cosas?

Jimin tomó un respiro profundo antes de hablar.

—¿No te molesta pasar tu sábado cuidando a Taehyungie?

—Para nada, me encanta estar con ustedes —dijo con una sonrisa.

—A mí también me gusta que estés con nosotros. ¿Pero no preferirías hacer otra cosa?

Taehyung negó rápidamente con la cabeza y luego miró a Taehyungie con una expresión dulce en el rostro.

—¿Quieres que te cuente algo personal? —dijo Taehyung apoyando sus codos sobre la mesa.

—Por supuesto.

—Te envidio, Jimin.

—¿A mí? —preguntó sorprendido—. ¿Qué podrías envidiarme tú a mí?

—Que tengas a Taehyungie —dijo serio—. Siempre quise tener un hijo, más de uno si hubiera podido. Creo que eres muy afortunado de tenerlo.

—Sé que lo soy —dijo mirando a su precioso niño—. No te puedes imaginar cuanto lo amo.

—Lo sé, te he visto con él. Eres un buen padre Jimin, y es otra de las cosas que me encantan de ti.

Jimin quería estirarse y besarlo, pero Taehyungie estaba en la misma habitación. Solo se quedaron mirando y Jimin se sonrojó con la sexy mirada de Taehyung.

Cuando finalmente logró salir del hechizo de la mirada de Taehyung y giró su rostro, su hijo estaba parado a su lado y los miraba con curiosidad. Se sintió como si lo hubieran atrapado en algo, ¿en qué? No lo sabía, porque Taehyung y él ni siquiera estaban tomados de la mano.

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