𝒟𝒶𝓀𝑜𝓉𝒶//𝒟𝓇𝒶𝒸𝑜 ℳ𝒶𝓁𝒻𝑜𝓎

𝒮𝑒𝓉𝑒𝓃𝓉𝒶 𝓎 𝓃𝓊𝑒𝓋𝑒

ℌ𝔢'𝔰 𝔡𝔢𝔞𝔡

Omnisciente

—Normalmente me gustan las experiencias intensas, pero esta...esta dejémosla como cosa de una noche —le dijo Dakota a Kingsley, mientras se acercaban a La Madriguera.

Habían aparecido dos figuras. Al acercarse, Harry se percató de que se trataba de Dakota, que ya había recuperado su aspecto normal, y Kingsley; ambos asían una torcida percha para la ropa. Dakota se lanzó a los brazos de Harry, pero Kingsley no pareció alegrarse mucho de verlos. Por encima del hombro de Dakota, Harry vio cómo levantaba su varita y apuntaba al pecho de Lupin.

—¿Cuáles fueron las últimas palabras que nos dijo Albus Dumbledore?

—"Harry es nuestra única esperanza. Confíen en él" —respondió Lupin con serenidad.

Acto seguido, Kingsley apuntó con la varita a Harry, pero Lupin dijo:

—Es él. Ya lo he comprobado.

—De acuerdo —aceptó Kingsley, y se guardó la varita bajo la capa—. Pero alguien nos ha traicionado. ¡Lo sabían! ¡Sabían que iba a ser esta noche!

—Eso parece —concedió Lupin—, pero por lo visto no sabían que habría ocho Harrys.

—¡Qué gran consuelo! —gruñó Kingsley—. ¿Quién más ha vuelto?

—Sólo Harry, Hagrid, Mer, Hermione, George y yo.

Dakota ahogó un grito tapándose la boca con una mano.

—¡Dakota!

Hermione se lanzó a los brazos de su mejor amiga. Detrás de ella, se acercó Meredith corriendo, y abrazó a su hija.

—¿Qué les ha pasado? —le preguntó Lupin a Kingsley.

—Nos siguieron cinco, logramos herir a dos y creo que maté a uno —recitó Kingsley de un tirón—. Dakota es muy buena con hechizos no verbales y tiene muy buena puntería, por cierto. Y también vimos a Quien-tú-sabes. Se unió a la persecución hacia la mitad, pero no tardó mucho en esfumarse. Remus, él puede...

—...volar —intervino Harry—. Yo también lo vi. También nos persiguió a Hagrid y a mí.

—¡Por eso se marchó! ¡Para seguirte a ti! —exclamó Kingsley—. No entendí por qué se había esfumado. Pero ¿por qué cambió de objetivo?

—Harry fue demasiado considerado con Stan Shunpike —explicó Lupin.

—¿Stan? —se extrañó Hermione, que al parecer tampoco estaba al tanto de aquello—. ¿No estaba en Azkaban?

—Hermione, es obvio que se ha producido una fuga masiva que el ministerio ha preferido no divulgar —replicó Kingsley y soltó una amarga risotada—. A Travers se le resbaló la capucha cuando le lancé una maldición, y se supone que él también estaba en Azkaban. ¿Y a ti, Remus, qué te ha pasado? ¿Dónde está George?