13.- 3 AÑOS...

3.9K 311 69
                                    


// Pensamientos //


+++++++++ Separación de Escenas ++++++++++

----------- Flash Back---------



13.- 3 AÑOS.



Llegaron al hospital y Harry tuvo que hacerle el quite a Blease que casi lo golpea en cuanto apareció y qué decir de los otros dos amigos más del rubio, aguanto pacientemente que lo insultaran y lo trataran de todo, lo más suave que le habían dicho era maldito, pero Potter aguanto, mordiéndose los labios incluso, pero aguanto. El sentía en el fondo que tenían razón en un punto fundamental, su hijo casi había muerto por su culpa, solo por eso se había mantenido en silencio, porque él sabía que era verdad. Después de que ya los chicos no tuvieron más repertorio para gritarle, lo dejaron ir a ver a su hijo. Lo odiaban, y Harry lo sabía muy bien, pero de verdad, ahora muy poco le importaba.

Al niño después de hacerle los exámenes de rutina lo habían trasladado a la habitación del padre, Harry entro junto con Hermione, dejando a los otros tres Slytherin afuera, ya que el moreno le había cerrado la puerta casi en la cara.

Camino lentamente hacia la cunita, lo demás realmente no le importaba, miro de reojo la cama donde un rubio pálido al extremo que dormía, incluso había veces que hacía gestos de dolor, Harry sintió apenas una pequeña punzada de culpabilidad hacia él, pero no se acercó, su atención estaba únicamente hacia la pequeña cosita que al parecer había despertado y estaba moviendo sus bracitos. Su mirada se ilumino, su hijo era el ser más bello que había visto en la tierra, estaba alucinando, una sensación de felicidad, orgullo y amor lleno su vacío corazón. Su hijo, por fin lo tenía en sus brazos, y Harry lo amaba con todo su corazón, independientemente que no sintiera nada por su otro padre, al niño lo atesoraba y ahora que lo tenía en sus brazos, lo hacía muy feliz.

Hermione miraba silenciosamente la escena, él bebé era precioso, aunque estaba recién nacido se podían notar claramente que tendría el cabello rubio y su piel era blanca, la nariz era como la de Malfoy y la cara la tenía muy parecida a Harry. Con tristeza miro a Draco durmiendo a un lado de la cama, a veces se quejaba bajito como si estuviera teniendo un mal sueño, y no era muy bonito verlo lleno de bolsitas flotantes a su alrededor, la chica saco su varita e inspecciono el cuerpo de Draco, subió y bajo con ella por todo el contorno del cuerpo, la magia del rubio había casi desaparecido, apenas se sentía algo de luz, era una lástima, el ojigris había sido un muy buen mago en el colegio, siempre competía con ella por las notas, pero eso no dejaba de ser más importante para ella que el gran sacrificio que había hecho él por su hijo, le había total y literalmente dado todo para que naciera, era un ser humano admirable, Malfoy había sido un maldito en el colegio pero ahora era una persona digna de admiración para ella. Cuando su varita volvió a pasar por el estómago del chico, algo sintió, algo había ahí, había una gran oscuridad, era algo...extraño que la castaña no supo saber qué.

Y así pasaron 2 semanas, Draco al quinto día despertó de su semiinconsciencia en la que se había encontrado, pero estaba muy débil, solo después de la segunda semana lo dejaron salir del hospital. Sus amigos lo acompañaban casi todo el día y Potter les había dejado una entrada por la chimenea para que pudieran ver al niño y a Draco, gentileza de la chica castaña, de eso estaban seguros.

Scorpius estaba de maravillas, amado por todos, Harry iba todos los días a verlo, estaba horas con él en su pieza. Cuando Potter llegaba, casi siempre pillaba al rubio junto al niño en el cuarto, ya sea abrasándolo o leyéndole o solo mirándolo, no había saludos ni palabras de nada entre ambos, Draco al verlo llegar dejaba al niño en la cama y se marchaba, era en esos entonces cuando bajaba silenciosamente a cocinarse algo o a inventar algo en que entretenerse. Hermione también lo visitaba seguido, incluso habían llegado a hacerse casi amigos, Potter pagaba todos los gastos de la casa y el elfo se desvivía por el niño, trataba con respecto al rubio, pero no podía obedecerle, cosa que lamentaba más el elfo que el mismo Draco, ya se había acostumbrado a hacer sus cosas solo.

RENDENCIÓNWhere stories live. Discover now