-Сцатяо-

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La puerta de la habitación se abrió dando paso a Dylan.

Entrando se echó a un lado para que el moreno pudiera pasar.

Éste, con las manos en los bolsillos, avanzó hacia el interior de la habitación.

Echó un rápido vistazo oyendo como el joven cerró la puerta para dándose la vuelta muy lentamente acabar mirando al castaño a quien vio balanceando los brazos denotando nervios.

Sacando las manos de los bolsillos, Sasha empezó a despojarse de su ropa.

Primero se quitó la chaqueta para sin molestarse, dejarla caer al suelo.

Dylan tragó saliva al ver como iba desabrochandose, uno por uno, los botones de su camisa hasta dejarla suelta y permitiéndole ver su cuerpo.

-Eerr, yo...no-no es que no quiera y...bueno, ve-verás es que yo...-

Sasha se acercó hasta él para sin comerlo ni beberlo, notar cómo le apresó su rostro con una mano y asaltó sus labios con los suyos.

Dylan no se negó a recibir su boca.

Sería necio si no aprovechaba tal ocasión.

Perder la virginidad con tal hombre debía de ser una pasada.

Pero más aún al notar cómo se lo apretó contra sí y pudo percibir un gran bulto presionarse en su entrepierna provocandole que latiera.

Sería virgen pero su cuerpo reaccionaba a dicho bulto.

Con fervor, Dylan empujó la camisa del moreno a través de sus brazos logrando quitársela.

Sasha la lanzó lejos para de inmediato abrazar al castaño.

Despacio, desvió sus labios hacia un lateral del cuello de éste y empezó a llenarlo de besos.

Dylan echó la cabeza hacia atrás dándole libertad.

De repente se le escapó una exclamación de sorpresa al sentir cómo las manos del hombre le aferraron por el trasero y se lo encaramó encima suya.

Cómo no se vio obligado a enredar las piernas en torno al cuerpo del moreno.

Rodeandole por el cuello con los brazos, Dylan bajó la mirada hacia la suya.

-Soy...soy virgen- confesó.

Sasha anduvo con él en peso rumbo a la cama.

-No te preocupes- dijo depositandolo muy despacio sobre el lecho y él cayendo encima -Iré con cuidado, malen'kiy-

Dylan tragó saliva cuando se fijó, aún a la escasa luz que entraba por la ventana, del enorme tatuaje que el moreno tenía en uno de sus brazos.

Era un tribal.

Sasha se dio cuenta y se lo miró.

Luego lo hizo al castaño.

-Es muy...bonito- alabó Dylan.

-Tengo otro- repuso Sasha quemándole con sus ojos -¿Quieres verlo?-

Dylan tragó aún más duro.

-Si...si tú quieres...enseñarmelo...- contestó.

Con movimientos lentos, Sasha se incorporó sobre sus rodillas y empezó a desabrocharse el pantalón.

Dylan no perdía de vista a éste cuando vio cómo empujó sus pantalones hacia abajo.

El moreno terminó en un ajustado calzoncillo tipo braga negro.

-¡Dios, estás... estás muy...muy bueno!- jadeó Dylan disfrutando de su visión.

SASHA Where stories live. Discover now