-VэIитIсIисо-

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Veinte años antes...


-Klaudia, hija espera-

El mayor salía detrás de la castaña quien con una pequeña de apenas tres años en brazos y llorando, se apresuraba hacia el coche oscuro donde un hombre también de pelo claro la esperaba.

-Klaudia espera-

Ella se giró al mayor.

-¡Odio éste país, odio su poca tolerancia!- espetó cubriendo la cabecita de su pequeña quien lloraba desconsoladamente.

El hombre de mayor edad se detuvo a pocos pasos de ella.

Mirando a ambas acarició la cabecita de la niña quien le miró con temor.

-Dime quien ha sido y te prometo que Dylan no volverá a sufrir abusos-

Klaudia se apartó de él.

-No puedes matar a todos los que decidan insultar a mi hijo-

El hombre no dejó de acariciar el pelito corto de la niña...

Mejor dicho el niño.

Su nieta, con tan sólo tres años, se comportaba como un niño, vestía como un niño...y se refería a sí misma como un "él".

La llevaron a varios psicólogos pagados por Anton, su abuelo y los resultados dejaron tanto al hombre como a sus padres atónitos.

La niña padecía de disforia de género.

Había nacido con un cuerpo equivocado.

-Klaudia, te prometo que Dylan podrá ser quien quiera ser, puedo conseguir los mejores cirujanos de Moscú y lo sabes- repuso su padre.

La mujer se giró al otro hombre que la esperaba junto al coche.

Luego miró a su padre.

-John... él echa de menos su país y...creo que allí, Dylan no será tan criticado como lo podría ser aquí- explicó ella abrazando a su "hijo".

Anton dio un suspiro.

-Entonces ¿Te vas?- preguntó.

Klaudia bajó la mirada.

-Por mi hijo...me iría al fin del mundo en el caso de que intentaran hacerle cualquier cosa- respondió.

Anton forzó una sonrisa.

Dando un beso en la cabecita de su "nieto" acarició la mejilla de su hija.

-Me voy a ver obligado a...ceder mi liderazgo en alguien de confianza- dijo.

-Tienes a muchos buenos hombres- alegó Klaudia -Salvo ese...Ivan que no para de mirar a Dylan y a mí y otros así como él...los demás se ven buenos-

-Pues tenía pensado en poner a Ivan-

-Ni se te ocurra- apuntó ella -Boris es bueno, Karl también, incluso Friedick, pero Ivan no me gusta-

En ese momento les llegaron voces del interior.

Los dos miraron hacia la casa para ver salir a un tipo frotandose la nuca y cara de pánico.

Se les acercaba con paso veloz.

-¿Qué sucede Boris?- preguntó Anton.

-Es ese chico que pillamos intentando robarnos- respondió Boris -Se niega a darse un baño y a mí me ha mordido y a Karl le ha dado un puñetazo, de verdad, yo creo que lo mejor es llevarlo a un internado-

SASHA Où les histoires vivent. Découvrez maintenant