-VэIитIsэ́Is-

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Cruzó la entrada del lugar camino hacia el despacho donde Piter estaba.

Lo vio con la atención puesta en algo que tenía en la mano;

Un papel que parecía tener una imagen.

Podía verla desde el otro lado del papel.

-¿Qué miras?- preguntó.

Piter levantó los ojos hacia él.

Y dibujó una sonrisa divertida.

-Hola- saludó.

-Por qué sonríes como si supieras algo que yo no-

-Sientate que cuando lo sepas a lo mejor te caes de culo- pidió Piter.

Sasha anduvo hasta él.

-Nunca lograrías que me cayera de culo- apuntó éste apoyando las manos en la mesa y expresión altiva en el rostro.

-¿Eso crees?- se burló Piter jugando con el papel en su mano.

-No lo creo. Lo sé- afirmó Sasha sin perder de vista el papel -¿Qué es eso?-

-John acaba de mandarme una foto de su hijo- respondió Piter sin borrar la sonrisa de sus labios.

-Dame que lo vea- pidió Sasha.

-Te digo que sería mejor que te sentaras Sasha-

El moreno lo fulminó con la mirada.

-Piter, dame la puta foto- ordenó hoscamente.

-Vaaale- y extendió el papel donde estaba la imagen.

Sasha lo cogió sin apartar los ojos del castaño oscuro.

-Borra esa sonrisa de gilipollas- escupió.

Piter ladeó la cabeza aguantandose la risa.

En cuanto viera quien era estaba seguro que no solo se sorprendería sino que se llevaría las manos a la cabeza al ver que a quien había metido en su cama era quien menos imaginaba.

Sasha dirigió la vista al papel...

Y sus ojos se agrandaron exageradamente.

-Sorpresa- dijo Piter entre risas.

-Es...es...es Dy...Dy...-

Piter se asombró de verlo y oírlo tartamudear.

-¡Es mi chico!- exclamó Sasha agitando el papel con la imagen en la mano.

-Pues ya lo sabes- Piter se puso en pie y le miró fijamente -Te estás trabajando al nieto de Anton-

Sasha regresó la mirada a la imagen.

Él sabía que Anton tenía familia.

Conoció a su hija en una reunión de su círculo.

Klaudia.

Ella se veía una mujer de lo más dulce y amable por lo que la creyó esposa de alguno de los capos que fueron...

Hasta que la vio ocupar una de las sillas principales de la mesa y cerca de Anton en una de sus últimas reuniones.

Él iba como asesor personal del hombre y le sorprendió ver cómo aquella mujer se mantenía próxima a Anton.

Luego éste le dijo que era su hija, Klaudia, y que vivía en Estados Unidos.

Volvió a verla tres años después en otra reunión de ellos pero ésta vez iba con un hombre.

O'Brian.

John O'Brian.

Su esposo.

Ella no se quedó mucho en la reunión pues alegó que no habían ido solos sino con su hijo de diez años.

Por aquel entonces Sasha ya contaba con veintidós y Anton había caído enfermo dándole el pertinente beneplácito de representarle a él en el caso de que su hija no acudiera...

Pero lo hizo.

A pesar de ello, Klaudia decidió que su padre eligiera a ese joven de rostro fiero y porte peligroso.

A los veinticinco, Sasha pasó a ocupar el puesto de Anton tras éste haber hecho testamento y fallecer, convirtiéndose así en el líder por antonomasia de toda la organización suya.

Sin pestañear no apartaba los ojos del joven castaño sonriente de la imagen.

-¿Habría que avisar a O'Brian que su hijo está en perfecto estado?- rezongó Piter divertido.

Sasha le lanzó una mirada asesina.

-No se te ocurra decirle lo que ha pasado- advirtió.

-No soy tan imbécil- agregó el castaño oscuro.

Sasha volvió a mirar la foto del chico.

-¿Él...no sabrá nada?- preguntó extrañado.

Piter se encogió de hombros.

-No tengo ni la menor idea- fue su respuesta.

Sasha se dio con la esquina del papel en el mentón.

Se mostraba pensativo.

Como si estuviera sopesando algo.

-¿Crees que debería contárselo?- inquirió.

Piter tragó saliva.

-Depende de a lo que te refieras a contárselo-

-Que su abuelo fue quien me designó como líder de la BRATVA-

-Entonces te lo cargarás-

Sasha rodó los ojos y volvió a apoyar las manos en la mesa.

-Ha de saber la verdad-

-Cuando no se la han dicho será por algo-

-Le he prometido que no tendré ningún secreto con él- atestiguó Sasha.

-¿Es que te has casado con él en secreto para hacer tal promesa?- se anonadó Piter.

-Mira por donde que llevo varios días dándole vueltas a pedírselo-

-¿Varios...varios días?- se asombró Piter -Sasha solo le conoces de una semana-

-No necesito más para saberlo- declaró el moreno seriamente.

-¿Para saber el qué?- arrugó el ceño Piter y entornar un ojo.

Sasha alzó las cejas de manera socarrona.

Una especie de sonrisa entre traviesa y perversa asomó en sus labios.

Y entonces contestó:

-Que es con quien quiero estar hasta el fin de mis días-

Piter elevó ambas cejas quedándose a cuadros.

-¿Có-cómo di...dices?-

-En pocas palabras; voy a pedirle que se case conmigo-

Al oír aquello, Piter hizo un extraño movimiento...

Yendo a parar al suelo con silla y todo.

Rápido como el rayo se levantó agarrándose a la mesa y miró atónito y boquiabierto a Sasha.

-Que...que tú...¿¿Que tú quééé??-

SASHA Where stories live. Discover now