Friends • SoonHoon •

When I look into your eyes

Jihoon observaba el paisaje mientras el auto de Soonyoung se dirigía a su casa, justo como el castaño le había pedido, iban a estar toda la tarde juntos.

—¿No sentiste rara la clase?—pregunto Soonyoung observando al bajito quien estaba muy concentrado en el paisaje.—¿pasó algo con el?

—Nada, el doctor Min siempre es así.—respondió Jihoon vagamente.

—Al menos te hizo hablar.—sus miradas se habían encontrado.—me gusta tu voz.

—Nunca antes la habías escuchado.—replicó el bajito en tono de broma.—es imposible que te guste.

—Me gustas tú.—aquella afirmación había sido toda una sorpresa para el otro chico.

Jihoon no podía evitar sentir esa emoción creciente en tu pecho y las famosas mariposas en el estómago, a él también le gustaba Soonyoung y rápidamente estaba cayendo por el.

—¿Por qué querías que viniera contigo?—aquella pregunta de Jihoon era una forma de evitar aquel tema, al menos un rato.—¿tan rápido te perdiste en la clase?

—Solo quería pasar mi tiempo contigo y debes saber que muy pocos tienen ese privilegio.—dijo un Soonyoung orgulloso.—De hecho hoy tenia cosas que hacer con Wonwoo, pero preferí cancelar y quedarme a tu lado.

—¿Debo agradecer por eso?—Jihoon sonreía pues le gustaba poder burlase de él y su popularidad.—¿por salir en secreto con Kwon Soonyoung?

El castaño sonreía, le gustaba que Jihoon no le importara decir tales cosas ni burlarse de él. Por primera vez alguien estaba siendo totalmente sincero a su lado, no habían máscaras ni una pizca de falsedad en el bajito.

—A este paso yo seré quien te agradezca por ser real conmigo.—Soonyoung se había atrevido a tomar su mano.

Todo el resto del camino ambos se quedaron así, tomados de la mano, era cómodo.

Jihoon seguía impresionado con el gran tamaño de la casa de los Kwon, seguramente ahí podían vivir 30 personas y aún quedaría espacio. Tener dinero tenía sus ventajas eso era claro.

—Vayamos a mi habitación.—Soonyoung ni siquiera se digno a saludar al personal que lo esperaba, listo para atenderlo.—comeremos ahí.

Sin decir una palabra más todo el personal se movió rápidamente para cumplir la demanda de su amo. Soonyoung lo arrastraba hasta un pasillo repleto de puertas, hasta llegar a una en particular que seguramente era su habitación.

—¿Seguro que quieres que mire tu habitación?—pregunto Jihoon antes de que Soonyoung abriera la puerta.

—No tengo nada que esconder.—la puerta de l habitación estaba abierta.

Desde donde Jihoon estaba podía ver solo una parte y en definitiva aquella habitación era 3 veces más grande que la suya, al adentrarse pudo apreciar más lo que Soonyoung todos los días miraba. Había una consola de juegos conectada a una televisión demasiado grande para Jihoon, claramente también había un sillón lo suficientemente grande para varias personas. Soonyoung estaba a lado del gran balcón observando hacia a fuera, por último estaban dos puertas y la gran cama, Jihoon se sentía extraño con solo pensar en el castaño durmiendo ahí.

—Puedes ponerte cómodo.—dijo Soonyoung mientras se sentaba en el sillón.—seguro ahorita nos traen la comida.

—¿Por qué estoy aquí?—Jihoon seguía cerca de la puerta.

Soonyoung podía ver a un Jihoon temeroso hasta podía asegurar que temblaba levemente, seguramente el pobre estaba pensando lo peor por haberlo llevado hasta su habitación.

—Pensé que sería más cómodo que estar en la sala.—Soonyoung se había puesto de pie para acercarse a él.—creí que después de comer podríamos ver alguna película.—Jihoon se negaba a verlo por lo que el castaño tuvo que tomarlo de la barbilla.—no estoy buscando nada más Jihoon, así que deja de pensar que te traje hasta aquí para aprovecharme.

El bajito se preguntaba cómo es que Soonyoung había percatado su nerviosismo, el pasar tantos años siendo invisible le hacía creer que era alguien difícil de leer, pero ahí estaba Kwon leyendo hasta su peor pensamiento.

—Pasemos una tarde agradable hasta que te aburras de mi.—una sonrisa adornaba el rostro del castaño.

¿Aburrirse de el? Para Jihoon aquello se estaba volviendo casi imposible, era casi como una droga demasiado adictiva, de esas con las que con solo probarla un poco ya no puedes dejarlas jamás.

Jihoon estaba totalmente rendido ante Soonyoung y aquello le daba algo de miedo pues ahora sabía que él tenía todo el poder para destruirlo cuanto quisiera.