Kissed your hand

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—¿Irás a casa de Kwon?—cuestionó Junhui observando a Jihoon con la vista perdida en algún punto del patio de la universidad.—¿Qué te pasa hoy? No me escuchas.

—Somos un equipo, claro que tengo que ir.—respondió Jihoon sin apartar la vista.

—Entonces deberíamos ir saliendo, seguro Soonyoung ahorita nos alcanza.—dijo Junhui esperando que el bajito reaccionara.—¿Jihoon?

—Vamos.—Jihoon no sabía cómo podría pasar la tarde a lado del castaño, sería recordar todos esas tardes donde solo eran ellos y el amor que se profesaban.

Como Junhui había dicho, Soonyoung apareció después de unos minutos listo para irse.

—¿Estas consciente que tenemos mucho que hacer?—Soonyoung asintió ante la pregunta del mayor.

Durante el camino como de costumbre Junhui hablaba de todo mientras Jihoon se dedicaba a observar aquel paisaje que conocía y Soonyoung reprimía las ganas de dejar al chico hablador para quedarse solo con Jihoon, explicarle todo, decirle lo mucho que lo necesitaba y lo extrañaba, pero claro hacerlo sería tan raro que todo se quedó solo como una idea.

—¿Ustedes tienen algo?—ambos vieron al Chino sorprendidos.—están muy serios, pensativos.

—Solo estoy cansado.—respondió con cuidado el castaño.—llegamos en la madrugada.

—Siempre a lado de Wonwoo.—Junhui sonreía mientras Soonyoung le dedicaba una mirada.—ustedes sí que son unidos, hasta podría decir que tienen algo.

—Solo somos amigos.—Soonyoung quería enfatizar en aquello, no quería que se tuvieran malas ideas.—no hay nada más.

—Es que como siempre están juntos, yo pensé que tendrían algo.—Jihoon se sentía incómodo con aquellas palabras de Junhui.

Soonyoung sabía que tendría que encontrar la manera de hablar con el bajito, explicar todo aquello y dejarle en claro que entre él y Wonwoo no había nada, nadie más era el dueño de su corazón.

En cuanto llegaron a la casa de Soonyoung como siempre todos los empleados los recibieron de la mejor manera, pero Jihoon no podía evitar sentirse extraño pues sabía que todos ellos sabían que hacía solo unos días existía algo entre él y Soonyoung, pero ahora ya no sabía si había algo o si todo estaba roto.

—Hora de empezar si queremos desocuparnos antes de la noche.—Junhui acomodaba sus cosas en la mesa de trabajo.

Todo era como siempre.

Los tres trabajaban a buen ritmo y parecía todo marchar bien, funcionaban como equipo eso era obvio y solo por eso Soonyoung agradecía el equipo que tenía.

—Si me permiten, tengo que ir un momento al baño.—ambos vieron a Junhui levantase y dirigirse hacia algún lugar de la casa creyendo que ahí estaría el baño.

A lo lejos se escuchaba la voz del Chino, pedía ayuda para encontrar el baño mientras en la sala estaban ambos chicos sin saber que hacer, el simple hecho de decir algo podría ocasionar algo que aún no estaban listos para vivir.

—Veo que te fue bien estos días.—Soonyoung agradecía porque su voz hubiese sonado estable.—el nuevo chico popular.—Jihoon no parecía querer hablar con el.—¿no vas hablar conmigo?

Jihoon dejó un momento su tarea para poder observar al castaño, quería lanzarse a sus brazos diciéndole lo mucho que lo había extrañado y besarlo hasta dejar de sentir que estaba solo.

—Se que te debo una explicación y de verdad me gustaría que me dieras la oportunidad de decirte todo.—Soonyoung se había atrevido a tomar la mano de Lee.—por favor.

—No creo que tengamos algo de que hablar.—el tono frío de Jihoon y el simple movimiento de alejar su mano le hacía entender a Soonyoung que estaban mal.—hay que trabajar, aún nos falta mucho.

Soonyoung deseaba poder replicar, pero la voz de Junhui impidió que siguiera insistiendo aunque aquello no significaba que se quedaría sin hablar con Jihoon.

—¿Cómo es que no te pierdes en este gran lugar?—Junhui sonreía, pero sabía que no obtendría respuesta pues ambos chicos estaban en sus trabajos.

No había algo peor que tener a Jihoon tan cerca, pero a la vez sentirlo tan lejos como si todos los días pasados jamás hubieran existido.

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