I love you

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La primera cosa que Soonyoung hizo al llegar a su casa fue mandar a todo su personal a sus casas prometiendo que su sueldo sería el mismo de siempre, esto para que Jihoon no se sintiera incómodo y pudieran explorar cada rincón de aquella casa.

—¿Qué quieres hacer?—Jihoon sonreía ante la emoción que podía ver en el rostro del alto.—tenemos toda la casa y todo el tiempo del mundo.

—Un recorrido no estaría mal, seguro ocupo un mapa para no perderme.

Sin más Soonyoung tomó de la mano a su pareja para guiarlo por su casa que aunque para él no parecía tan grande no le importaba llevar a Jihoon a su lado y hablar de lo que fuera, pues tenerlo allí era más que suficiente para el.

Durante el recorrido Soonyoung no perdía la oportunidad para contarle algunos detalles a Jihoon quien aunque no entienda mucho le ponía toda la atención del mundo y lo miraba con el ser más importante de todos.

—Debes dejar de verme así.—dijo el castaño deteniendo su paso en el pasillo hacia las habitaciones.—harás que me enamore de ti.

—Pensé que ya lo estabas.—replicó Jihoon.

—Más.—Soonyoung atraía al bajito hacia sus brazos.—no puedo hacer nada cuando me miras como si fuera importante.

—Lo eres.—Jihoon abrazaba fuertemente al otro.—me enamoré, siento que todo es tan perfecto, pero.—Soonyoung había dado un paso atrás para poder ver al bajito.—llévame despacio porque quiero estar contigo sin equivocarnos, cuidándonos siempre los dos.

Aquellas palabras habían llegado a lo más profundo del corazón de Soonyoung, la persona delante de él estaba entregando su corazón entero en ese momento y lo más importante a él, quien no se sentía merecedor de aquello.

—Siempre velaré por ti, mi Jihoon.

Jihoon había dado un paso más cerca del castaño esto para poderle dar un beso, esto había tomado por sorpresa al alto ya que no era normal de Jihoon tomar la iniciativa, pero las sorpresas no terminaban ahí.

—Eres lo más valioso que tengo.—la mano de Soonyoung acariciaba el cabello del bajito.—no sé qué haré si un día te pierdo.

—Eso no pasará.—Jihoon sonaba muy seguro.

Soonyoung no podía evitar volver abrazar a Jihoon pues aquellas palabras sabía bien que eran falsas. Tenía pronto que tomar la decisión más difícil de su vida, debía elegir entre las dos personas que más necesitaba en su vida.

—Se que estando a tu lado estaré seguro, al igual que mi corazón.—dijo el bajito contra el pecho del castaño.—no debo tenerle miedo a nada.

—Yo solo quiero amarte, sabes que te quiero a ti.—Soonyoung lo decía de verdad y quería que Jihoon lo entendiera.—quiero amarte de una forma que no pueda ser expresado en palabras.

El castaño apartó a Jihoon solo para hacerle verlo, entendía perfectamente lo que sus palabras finales querían decir y por ello había cierto temor en sus expresión.

Ambos siguieron hasta la habitación de Soonyoung, la cual seguía igual que la última vez que Jihoon estuvo ahí.

El bajito podía jurar que estaba temblando bajo la mirada el alto quien parecía estarle pidiendo permiso para siquiera tocarlo, él simple hecho de sentir más cerca a Soonyoung hizo que se le cortara la respiración, amaba ese perfume que el otro llevaba, siempre se perdía en esos ojos oscuros que en ese momento solo lo observaban a él y esos labios tan perfectos eran el delirio de Jihoon. El hombre que estaba frente a él era todo que jamás había deseado y amado, estaba seguro que Soonyoung se encargaría de cuidarlo esa tarde y todo lo que le restará de vida.

Un primer beso que empezaba tranquilamente y con toda la dulzura que pudiera existir, una pequeña caricia para pedir permiso a tocar más sin pensarlo.

Poco a poco todo parecía desvanecerse y solo quedar ellos en aquella habitación que sería testigo de la mayor demostración del amor que había. La ropa empezaba a sobrar, y poco a poco está iba cayendo al suelo dejando un rastro de la pasión de ese momento.

Soonyoung disfrutaba la sensación de poder tocar la piel del otro sin ningún tipo de tela de por medio, por primera vez estaba sintiendo completamente a Jihoon quien no paraba de decirle lo mucho que lo amaba, que lo necesitaba...que lo deseaba.

Era un mundo nuevo para ambos y eran demasiado torpes, pero en ese momento no tenían porque apresurar las cosas solo quedarían tanto tiempo como pudieran disfrutando las caricias que se daban mutuamente, los dulces besos y esas largas miradas que lo decían todo; se amaban.

—Quiero quedarme así para siempre.—dijo Jihoon con la mirada fija en el castaño, de verdad amaba poder tener tan cerca a Soonyoung y sentirlo suyo.—doy las gracias por tu amor.

Las manos de Soonyoung parecían ya haberse aprendido a perfección cada centímetro de la piel de Lee, era ya tan sencillo para el poder tocarlo y de verdad que estaba amando cada reacción del pequeño, le gustaba pensar que solo él podría causar tales cosas y ser el único que vería a un Jihoon que rogaba por más, una caricia más, otro beso, le suplicaba que acabara con aquella tortura que era estar al borde del placer máximo, y aunque Soonyoung estaba en las mismas condiciones sabía bien que solo no podía dejarse llevar o ambos podrían terminar heridos si no hacía aquello con cuidado así que por más que deseara poder ser solo uno con Jihoon, debía primero prepararlo y a él mismo.

—Después de hoy nadie más podrá tocarte ni siquiera imaginar con el ir podrá estar a tu lado.—la voz de Soonyoung sonaba mucho mas grave de lo normal y sus ojos eran más oscuros.

Al principio Jihoon jamás se imaginó que aquel momento pudiera ser incómodo y algo doloroso, pero los cuidados de Soonyoung estaban haciendo todo mucho más llevadero e incluso había empezado a disfrutarlo más rápido de lo pensado, estaba en un punto donde deseaba más y rápido, pero no quería perder aquella conexión que jamás pensó tener con Soonyoung, ellos realmente se estaban amando con todo su ser en ese momento.

—Te amo.—dijo con un susurro Jihoon.

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