Capítulo. 2

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Jordan. 1919

Jordan Carson Taylor.

Si, ese es el nombre de la pequeña que adoptó el matrimonio Taylor. Esa nena era la cosita más hermosa del mundo según sus padres y una muy traviesa también.

Eliza tenía una muy buena amiga, Sarah Rogers, la madre del mejor amigo de Jordy, Steve Rogers. Eran inseparables, a pesar de tener pocos añitos. Se defendían entre si, a capa y a espada, como dicen por ahí.

Jordan con sus dos añitos, hablaba perfectamente, era muy inteligente y astuta. Sus padres le enseñaban muy bien, querían que fuera una hermosa dama pero la pequeña se negaba a usar vestidos siempre, o incluso a sentarse como una niña debe hacerlo. Era rebelde y decidida a no seguir los pasos de otros.

—¡NO! ¡Vestido no! Eso está feo y da calor.— Se queja la pequeña Taylor que se escondía bajo su cama.

—Princesa, debes ponértelo saldremos a cenar con los compañeros de trabajo de tu padre, no puedes irte en pijama.— Elizabeth luchaba por vestir a su pequeña de dos años.

—Mami, no.— Refunfuña una vez más con necedad. No se pondría ese vestido feo que parece hecho con tela de mantel viejo, no, no y no.

Eliza suspira resignada, caminando hacía la puerta de la habitación. —¡Bien! Me iré— cierra la puerta lentamente para que la pequeña Jordan crea que se fue del lugar, pero no, estaba escondida cerca, conocía muy bien a su hija y como engañarla, aunque esto último fuera casi imposible.

Jordan se asoma, mirando de un lado a otro buscando rastros de su madre, cuando no encuentra nada, sale de su escondite muy tranquilamente. La señora Taylor también sale del suyo, tomando en cuerpo de la niña y depositándolo en la cama para empezar un ataque de cosquillas masivo.

—¡Mami!— Chilla la pequeña, reía contenta pero ya le dolía la panza por la agitación.

Eliza continuaba con su ataque, cansada seguramente se dejaría vestir, pensó la señora. En medio de las risas, escuchan el carraspeo del señor de la casa.

—Son las 6, señoritas. Llegaremos tarde a la cena y es importante para nuestro futuro.— Ayuda a vestir a su pequeña, la cual se dejaba tranquilamente y veía a su padre con ojos brillosos.

—Guapo.— La dulce niña le suelta un cumplido a su padre.

Albert sonríe con ternura y le besa la frente, un gesto que le aseguraba a Jordan que siempre estaría bien cuidada y amada por él.

—¡¿ Y yo qué?!— Exclama la señora celosa por la preferencia de la niña.

—Hermosa, mami.— Rió la niña.

—Gracias, mi cielo.— Le lanza un beso a la pequeña castaña. —Deberías aprender de tu hija, dar cumplidos asegura un matrimonio más largo.— Le reclama a su marido con las manos en su cintura.

—¡Pero que mujer tan necia!— Se acerca y le da muchos besos en el rostro a su mujer. —Estás hermosa cariño, radiante como en el día de nuestra boda.—

—O sea, que antes de eso no lo estaba.— Vuelve a reclamar la señora.

Jordan suelta una risita, le causaba gracia la pelea.

—Jesús, dame paciencia.— Ve a su esposa. —Eres desesperante en algunas ocasiones, amor.—

—Así me amas, ahora mueve tu lindo trasero que llegaremos tarde.— Le da palmaditas a su marido en la parte que mencionó.

—¡Si, mi general!— Ríe y carga a su pequeña.

Esos momentos era los favoritos de la castaña, donde le demostraban amor a ella y se demostraban amor entre ellos mismos. Lastimosamente jamás llegaron a esa cita y Jordan nunca más tuvo esos momentos.

DARK QUEEN  ||Bucky Barnes||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora