〰Capítulo 3: El color rojo (1/3)〰

54 5 1
                                    

Una vez más, cuando abrí la segunda puerta, encontré una habitación familiar. Estas puertas de los Mundos parecen conducir a habitaciones inspiradas en habitaciones de la instalación. Una gran cantidad de ositos de peluche miraban hacía mí, dándome un déjà vu.


—... A-A ... ¿Alice?

La absurda cantidad de osos de peluche llamó mi atención, pero alguien que estaba en el centro de ellos habló, mirándome. Un poncho rojo y una falda globo hinchada, la parte delantera del cual estaba cubierta por un delantal blanco con volantes, cabello castaño claro atado con horquillas rojas circulares... Era Chelsy.

—... A-Ah...

Parecía querer decir algo, pero no podía formar una oración sólida. Se ve incluso más tímida de lo habitual.

—¿Quieres jugar conmigo?— La invité, ya que parecía perdida. Chelsy se asustó con mi voz y gritó de forma más débil y estridente que de costumbre.

—...¿Eh? Eh, uhhhmmm... Está bien.

—¿Qué debemos hacer?

—...¿Puedes abrir el armario?

La misma respuesta que obtuve de Letty. "Está bien", respondí, luego la miré de cerca. Sus ojos daban vueltas anormalmente rápido. Me volví apresuradamente para mirar el armario. Un aroma de flores se filtraba por el hueco. Eso me calmó un poco.

Cuando llevé la mano a la puerta, fui succionado hacia el armario, mi corazón y el resto.

Las mantas son muy cálidas y cómodas, y la luz que entra por la ventana las calienta aún más

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Las mantas son muy cálidas y cómodas, y la luz que entra por la ventana las calienta aún más. Pensé brevemente en quedarme dormido aquí, luego lo saqué de mi cabeza y me obligué a levantarme. Debe ser de tarde, ya que la habitación está inundada de bonitos tonos naranjas.

Aunque no son tantos como en la habitación de Chelsy de la instalación, pude ver muchos osos de peluche sentados en ordenadas filas. Tomé uno, es esponjoso y muy ligero. Parece cosido a mano.

Después de poner cuidadosamente el osito en su lugar, miré alrededor de la habitación. Nada me llamó la atención. A juzgar por los osos de peluche, sospecho que este es el Mundo de Chelsy, pero no vi ni rastro de ella.

Me acerqué a la puerta y probé el pomo. Me preparé esperando cualquier cosa, teniendo en cuenta el mundo de Letty, pero la puerta abrió con solo un ligero giro, lo que me decepcionó un poco.

Entré en lo que parecía el comedor. Tenía un olor agradable parecido al aroma de los árboles y las flores. A mi lado, vi una puerta de una habitación contigua a la que había salido. Decidí explorar eso más tarde, miré a mi alrededor y vi implementos de caza en la esquina. Los arcos y las escopetas tienen una presencia impresionante e inusual. Se veían bastante fuertes...

En la esquina opuesta había una cómoda. Antes de intentar abrir cualquier cajón, la toqué con un dedo y la empujé sin ninguna reacción en particular. Parece que esta no habla.

Dentro de un cajón había varias cartas. Dudé un poco sobre leerlas o no, pero, de nuevo, esto es solo un sueño. ¿Cuál sería el daño? Mirándolo de esa manera, abrí el sobre y saqué el papel de adentro.


"Muchas gracias por la carta. ¿Tu madre se encuentra bien? Tú tampoco deberías esforzarte demasiado. Si necesitas algo, pídele ayuda a un adulto.

Le debo mucho a tu madre. Si no te importa, realmente me gustaría verte de nuevo. Dale mis mejores deseos."


El mensaje tenía un tono muy amable, las letras grandes y escritas con mucho cuidado. Debajo de eso había un objeto extraño que podría jurar haber visto antes, y una especie de acertijo.

Todas las demás cartas parecían más correspondencia con la misma persona. En la más reciente de ellas, el escritor prometió que vendría pronto a la casa para encontrarse con "tu madre". Si esta era la casa de Chelsy, debe estarse refiriendo a la madre de Chelsy... Decidí que esto tenía poco que ver con encontrar la llave, así que guardé las cartas en sus sobres y en el respectivo cajón.

Fui a abrir la habitación contigua a la primera en la que estaba. Y nuevamente, la puerta se abrió para mí sin ningún problema. En el Mundo de Letty, tuve que forzarlos a abrirse... ¿A qué se deberá esa diferencia?

Tan pronto como se abrió la puerta, un poderoso aroma se me metió en la nariz. No tenía ningún recuerdo de tal olor. Reflexivamente, extendí la mano para sujetarme la nariz. Fue tan abrumador que me hizo olvidar lo que había estado pensando.

Al fondo de la habitación, una niña estaba frente a una mesa. No podía ver más allá de ella lo suficientemente bien como para saber lo que estaba haciendo. Lentamente, me acerqué a la mesa, el olor se hacía más fuerte con cada paso.

—Ch-Chelsy... Agh... ¿Qué estás haciendo?

Cuando abrí la boca para hablar, el olor se infiltró en mi cuerpo a través de ella y tosí. La chica de la mesa, Chelsy, no pareció notarme en absoluto hasta que hablé, así que rápidamente se dio la vuelta hacia mí y se cayó de su silla.

Intentó volver a levantarse apresuradamente, pero se veía muy desorientada y parecía intentar sostenerse del aire. Le tendí la mano; su rostro se puso rojo y tímidamente la tomó, finalmente levantándose. Murmuró algo tan bajo que no pude oír. Creo que pudo haber sido "gracias".

—¡Squeak!

Escuché una vocecita de alguna parte. Resultó ser un ratón sobre la mesa, llorando débilmente. Junto a él había unos frascos con algún tipo de medicamento.

—...¿Experimentación con animales?

—Ah, n-no, Allen. Aparentemente le duele el estómago, así que estaba mezclando cosas para prepararle una medicina... Pero no va demasiado bien...

La fuente del extraño olor en la habitación parecía ser las medicinas que Chelsy había mezclado. El contenido de los envases era de un color difícil de describir y producía muchas burbujas preocupantes.

—¿Vas a hacer que beba esto?

Chelsy agitó los brazos presa del pánico. —¡N-No, esos son intentos fallidos! ¡Explotará si bebe eso!— Por supuesto, ella no necesitaba negarmelo tanto para evitar que le diera eso al pobre ratón... Ya tenía bastantes dudas sobre esa medicina. Aunque realmente no sé qué tanto tendrán en común los humanos y los ratones.

Alice mare-novela ligera (Español)Where stories live. Discover now