Capítulo 19

326 46 15
                                    

Maratón 3/5

Apretaba fuertemente las correas de mi mochila, tanto que mis nudillos se volvieron blancos y mis manos sudaban resbaladizas, al parecer era un ataque de ansiedad derivado de mi interpolación de sentimientos, creo que aún no me sentía lista para dejar este lugar, donde nací y crecí, y que esta sellado en todos mis recuerdos, pero ahora ya no importaba si estaba preparada o no, tenía que dejarlo.

Porque yo ya no tengo opciones.

Hwasa estaba más que asustada, lo sabía por el fuerte agarre que mantenía en mi ropa, estaba separada, a lo mucho cinco centímetros, de mí y me usaba de escudo. Había estado mordiéndose las uñas desde que nos levantamos temprano por la mañana, incluso olvidaba algunas cosas por guardar, retrasándonos unos cuantos minutos.

Estábamos rodeadas de 6 oficiales, dos a los costados y un par repartido adelante y atrás, tal como me escoltaban las veces que visitaba a la oficial Minzy, estábamos paradas en medio del puente, el pasillo lleno de divisiones que conectaba con "la cabeza" del penal, la cual te llevaba a la salida, ella nunca había estado aquí pues nunca había tenido la necesidad.

Claro hasta hoy.

Por eso puedo entender su miedo a estar en un lugar conocido, eso me hace pensar que si se le complica aquí adentro, allá afuera puede que este peor. Tendré que buscar libros sobre crianza o algo así.

Pero por otro lado estaba yo, mis ojos llegaron a picar en varios momentos, por muy raro que sonará, estaba dejando mi zona de confort, ¿Pero que esperaban? Era todo lo que conocía y detrás de estos muros no tenía control pero ni de mi misma.

– ¿Byul...?

–Mande, pequeña –contesté rápidamente bajando mi mirada y alejando mis pensamientos para que ella tuviera toda mi atención

–No me llames así –me pellizco la pierna y yo me quejé– ¿Qué tanto hacemos aquí? Este lugar no me gusta, es demasiado... Extraño

Sí bueno, el puente, en sí, no era muy agradable a la vista, era de tonos grises y blancos, aunque fuera la parte más cuidada del lugar, era muy insípida.

–No lo sé, pero te prometo que no será por mucho, tranquila –-dije acariciando su cabeza y sonriéndole, ella me imitó pero con nervio y se pegó aún más a mí

Al parecer este estúpido papeleo tardaría más de lo que pensaba, estúpido sistema.

Mientras maldecía para mis adentros sentí como un pequeño proyectil me golpeaba en mi nuca, arrebatándome un quejido silencioso y buscando al culpable.

Al parecer lo encontré fácil, Amber se encontraba del otro lado de la rejilla siendo escoltada por doce uniformados, esposada y con su habitual bozal negro, me miro de reojo mientras caminaba por mi lado y me guiño un ojo para después seguir caminando hasta la siguiente estación.

Si mi papeleo estaba tardando, no me quiero imaginar el de ella.

Y esa era otra de mis preocupaciones, digamos que Liu no es el claro de ejemplo de adulto joven que tomaría como modelo a seguir, aún no me queda muy claro porque su insistencia en salir muy pronto, es normal que un prisionero deseé su libertad, pero Amber pareciera matar por aquel privilegio, era extraño y una pequeña parte de mí aún temía de ella, era inevitable para mí verla y no imaginar la escena de ella matando a todas esas personas.

Pero a la vez de sentir temor, también sentía confianza, estaba medianamente enterada de la cercanía que ella tenía con mi madre, y lo pude reafirmar el día de nuestra reunión, es por ello que yo di mi brazo a torcer tan fácil ante su petición, en algún momento podré descifrar todo el misterio que es Amber Liu.

–Señorita Moon –escuché la voz robótica de aquella señora extendiéndome varias carpetas– Pase a la siguiente estación y en la ventanilla 604 podrá tramitar su ficha y documentos al igual que los de la niña, ¿Su abogado ya está en la estación? –Me congelé, ¿¡Abogado!? ¿¡Cuál abogado!? Demonios ¿y ahora qué hago?

– ¡Disculpe! –Amber apareció por detrás de nosotras y la señora siendo sujetada por cuatro uniformados de los hombros, ninguno tenía la fuerza suficiente para evitar que ella se asomara e interrumpiera– Nuestro abogado nos está esperando desde hace una hora ¿Le importa si les da el sello de una vez, por favor? –dijo con dificultad pero llevando su típico tono burlón y expresiones graciosas

La señora bufó, era bien conocido que Amber nunca mostró respeto por ninguna autoridad en este lugar, y era obvio, era una rebelde sin causa que ni si quiera llegaba a las dos décadas de vida.

Pero, sin embargo, aquella rebelde socarrona acaba de librarme de una grande, ¿Y es que cómo pude ser tan idiota? Por mucho que todo lo que pasaba estuviera fuera de varios códigos penales aún tendríamos que tener un defensor, si no hubiese sido por Liu probablemente estuviéramos de regreso en la celda.

Y eso me hace pensar, ¿no se supone que la tal Minzy nos tuvo que arreglar eso o mínimo habernos avisado?

Todo esto tenía un trasfondo y no podía estar más consciente, pero por ahora la única manera de vivir era meternos a la boca del lobo.

Nos entregó más papeles y como pude los sostuve, era complicado al ser una cantidad grande y agregar mis cosas y las de Hwasa encima.

Los mismos escoltas que teníamos nos indicaron el cómo llegar a la siguiente estación, la cual contaba con una sala para cualquier trámite de liberación. Entramos y nos dijeron dónde poner nuestras cosas mientras se llevaba a cabo la junta.

Por lo que me explicó Sunmi, en nuestra situación no será un juicio, sino una mesa para debatir cláusulas.

Del otro lado de la sala HyeJin y yo volvimos a ver a Amber quien ya no estaba esposada y tampoco llevaba el bozal. Estaba hablando con una chica, no era ni muy joven ni muy vieja, rondaba por los 25 años de edad, era alta con pelo largo y castaño, tenía un porte muy formal pero a la vez bastante juvenil, y sobretodo, tenía una belleza digna de Diosas.

Amber notó nuestra presencia y con una sonrisa nos saludó, la chica de su lado también nos visualizó y entre las cuatro caminamos hasta quedar frente a frente.

– ¡Pequeña Moon! Me alegro de verte, se ven algo ansiosas, ¿por qué no se relajan un poco? Hoy es un día positivo. –dijo Liu mientras palmeaba mi hombro varias veces

–Sí, bueno, positivamente me siento de la mierda

– ¡Byul!

Hwasa golpeó mi costado con su puño, digamos que a veces mi albur le molestaba y no le gustaba oírlo, Amber como era de esperarse estalló en carcajadas pero lo que realmente captó mi atención fue ver que la castaña también reía, más sutilmente, claro.

– ¡Oh! Casi se me olvida –dijo mirando a la chica a su lado y después a nosotras– Chicas –con el codo empujó ligeramente a la castaña quien no dejaba de sonreír viendo a Hwasa

Era algo extraño, pero logró que saliera de su trance y hacer que extendiera su mano hacia mí, no tardé mucho para estrecharla con fuerza buscando intimidarla, no me gustó mucho aquella sonrisita que le dio a mi pequeña.

–Ella es Ahn HeeYeon, nuestra abogada.

M O K I T A [MoonSun]Where stories live. Discover now