°21°

839 152 27
                                    


Dos días más tarde, miró fijamente la funda de la cámara de Reaper, encima de mi cama. He descargado las fotos en el ordenador y comenzado a trabajar en la página web, cualquier cosa para mantener alejado de mi mente el hecho de que no he visto a Reaper desde el sábado por la noche. Recuerdo lo que pasó aquella noche. Trajo comida francesa, luego apareció Nightmare, yo retrocedí cuándo Reaper trato de tocarme el pelo, nuestra pelea. Llevaba todo el tiempo dándole señales para que se alejara, pero al parecer no las había captado hasta entonces.

Tocó la funda con un dedo del pie y suelto un suspiro. estado dos días planteandome si debería utilizar su cámara como excusa para volver a verlo, en plan "tan sólo quería devolverte la cámara". Pero hay dos problemas. El primero es que no tengo ni idea de dónde vive, y el segundo es que no tengo su número de teléfono. También hay dos soluciones a estos problemas. La primera sería llamar a la señora Death y pedirle el número de Reaper, y la segunda, ir al hotel Road,s End y esperar encontrarmelo.

La segunda solución es la que gana. Mi mente le da vueltas a la idea alocada de qué, sí aparezco en el hotel, el se encontrara alli por arte de magia. Podría decir que estaba por el barrio, y así no resultaría tan evidente ni parecería que estaba acosandolo.

Pero las cosas nunca salen como las imagino, así que mientras estoy en la recepción del bonito vestíbulo del hotel, hablando con el recepcionista, me resigno al hecho de que no va a pasar.

-Pero es que tengo su cámara -vuelvo decir.

-Y cómo le he dicho antes, si me la deja a mí yo me asegurare de entregársela.

-Si pudiera decirme dónde está, o darme su dirección o algo, podría devolversela yo mismo.

La mirada que me dirige hace que me duela el corazón. Es una mirada que dice: "¿Sabes cuántos chicos y chicas han intentado conseguir información sobre Reaper?". Retrocedo un paso al verlo.

-¿No quiere dejarla aquí?

-Es una cámara muy cara -digo, tratando de dirigirle una mirada que le dejé claro que no confío en el, pero no parece afectarlo tanto como me ha afectado a mi la suya. Lo cierto es que si yo estuviera en ese lugar, mirándome a mí, tampoco me daría la información que le pedido sobre Reaper.

Me giró y vuelvo por donde he venido, todavía sujetando la cámara de Reaper. Parece que voy a tener que probar la primera opción, así que llamare a la señora Death Y le pediré el número de su nieto. Después de todo, tengo que devolverle la cámara. Es muy importante.

La correa de la funda está tensa alrededor de mi mano, porque me la he enrollado varias veces para evitar que cayera al suelo. Mis dedos se están volviendo más blancos cuanto más tiempo pasó con la circulación cortada. Justo cuando llegó a la puerta, me detengo. ¿Por qué me estoy haciendo esto? ¿Porque me estoy aferrando tanto a esto? ¿Porque me estoy aferrando tanto a él? No debería ser tan difícil. Si esto fuera correcto, no estaría mintiendo a mi madre al respecto. No me sentiría culpable por ello. Si esto fuera correcto, sería más fácil.

Vuelvo avergonzado hasta el mostrador de recepción y pongo la cámara encima.

-Si. ¿Podría darle esto?

Asiente con la cabeza y parece estar a punto de decir algo (¿Gracias, quizá?), pero entonces suena el teléfono, el contesta y se olvida de mí. Respiró hondo y me alejo. Puedo dejarlo atrás también a él. Aquí, donde está su sitio.

Mientras conduzco de vuelta a casa, me doy cuenta de que las calles están llenas de niños disfrazados. ¿Cómo podido olvidar que es Halloween? En el casco antiguo, sin embargo, no hay niños, pues poca gente vive en el distrito de los negocios. Aparcó en el callejón y entró por la parte de atrás. La tienda está oscura, tal como la he dejado. Son casi las nueve y, teniendo en cuenta sus hábitos últimamente, imagino que mi madre ya se habrá ido a la cama. Sin embargo, la encuentro sentada en el sofá, viendo una película.

La distancia entre tú y yo [afterdeath]Место, где живут истории. Откройте их для себя