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El día del famoso partido de basquetbol llegó, sería eventuado por la tarde y por ello mismo los chicos pertenecientes al equipo tenían permiso especial de salir unas cuantas horas temprano de la escuela.

Y eso le vino de maravilla a Soobin pues no tenía ánimos de adquirir conocimiento alguno ese día. Le resultaba un total martirio tener que estar en mesa compartida

Y completamente solo.

Así es, YeonJun había faltado el día de hoy... Como los otros dos días anteriores.

Perdió la cuenta de cuantas veces alrededor del día había suspirado en voz alta preocupado y preguntándose cual era la razón de la ausencia del chico de tiernas trencitas.

"¿Seré yo? ¿Está tan incómodo de verme que prefiere tener todas las faltas?" ;Se preguntaba afligidamente.

Negó con su cabeza.

No, debe de ser otra cosa —Susurró sin dejar su camino a casa.

Aunque de igual manera le preocupaba grandemente que la razón de su falta fuera por algún tipo de enfermedad.

Solo quedaba por esperar.

×🎡×

El mundo, la vida y el tiempo podía irse al mismo maldito inferno; Se repetía esa oración SooBin en su cabeza.

Y es que ciertamente se sentía con tanta frustración ante su ignorancia sobre el estado del más bajito, tenía hasta miedo de que algo peor podría haberle pasado. Sobre todo porque no veía sus mensajes y mucho menos contestaba las reiteradas llamadas que hizo el pelinegro incluso cinco minutos antes de su partido.

Volvió a negar; No, el ya no tenía tiempo para eso.

Debía apagar su mente por los próximos minutos y con suerte las próximas horas, él debía...

—¡VAMOS MUCHACHOS! —Gritó su entrenador al oír el pitido del silbato dando por iniciado el juego.

En eso debía enfocarse, en su partido de Basquetbol por más heterosexual que sonara eso.

Y lo iba a hacer.

—¡Fighting SooBin-ah! —Escuchó a lo lejos, entre tantos gritos, el de su inconfundible madre. De un vistazo la vio de pie aplaudiendo y a su hermano acompañándola.

Sonrió.

Sí, podía soportar el dolor de su corazón por un pequeño tiempo y hacer sentir orgullosa a su pequeña familia.







×🍒×

El partido estaba a escasos minutos de culminar, sino es que escasos segundos. Ciertamente el tiempo dejó de importarle varios encestamientos atrás, sobre todo si su equipo estaba casi a punto de perder.

No, él no podía perder. Eso simplemente no podía pasar porque entonces se culparía a sí mismo por no estar completamente concentrado.

Por estar pensando en un tierno y glotón extraño chico con trencitas azules.

Sentía el sudor recorrer cada centímetro de su rostro y torso, ese pequeño viento contrastar con el calor de cuerpo cada vez que aceleraba sus pasos por conseguir el balón de vuelta.

Roller Coaster |SooJun|Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora