Ｒｏｌｌｅｒ Ｃｏａｓｔｅｒ |SooJun|

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-¡Es cierto! -Exclamó YeonJun al teléfono- Incluso con la misma chica que me habias dicho.

-Te dije que tenía razón, le metió ideas a Arin sobre SooBin y que era obvio que el chico gustaba de ella -HyuJin habló con simpleza- Y bueno, el chico no es feo.

-Cortala -Advirtió- No creí que Arin fuera tan manipulable, la he visto un par de veces en su círculo de amigos y se ve que es la unica persona con alma dentro de esa bola de arpías.

-Yeji es una maestra en ello. Hace dos meses la invité a salir luego de pasar mi duelo por mi ex... A la semana siguiente me dijo que no quería volver a salir conmigo y me dijo cientos de falacias. Todo obra de esa engreída -Escuchó al de trenzas suspirar con pesar.

-Supongo que ya está. SooBin se va a enamorar de Arin, serán una envidiable pareja y serán felices por muchos años -Se puso de pie desde su silla de escritorio hasta tirarse boca arriba sobre su cama- Y yo solo seré la etapa curiosa en la vida de SooBin, seguramente se reirá de mí en algunos años.

- Hey, calma que no todo está perdido -Trató de tranquilizarlo- ¿SooBin se siente atraído por ti?

-Algo así, me dijo ayer que se sentía confundido respecto a nuestra relación y hoy también. Se dará cuenta que es más fácil ser heterosexual y va a botar ese pequeño sentimiento.

- Bueno eso no lo sabes con seguridad... No saques conclusiones apresuradas y tengas encerrado a SooBin cómo si fuera una persona tan fácil de convencer. Te recuerdo que ha sido la primera persona en un año que se acerca a hablar sin segundas intenciones y a pesar de lo que dicen de ti, incluso un día que faltaste te defendió.

YeonJun se mantuvo con ojos abiertos ante la sorpresa de aquellas acciones por parte del menor, su corazón se estrujó enternecido.

Sentía que tenía una pequeña esperanza.

×🍒×

—¿SooBin-ssi? —La dulce voz de la chica sacó de su mundo al pelinegro.

Ambos iban caminando plenamente por alguna avenida central de la enorme ciudad de Seúl, tenía una hora desde que se habian encontrado y no habían hecho más que platicar de cosas triviales o cosas extrañas que veían en el camino, hasta que Arin sugirió ir por un café y un bocadillo.

—Si, disculpa —Sacudió su cabeza entrando a su realidad— ¿Que me decías?

—Te estaba agradeciendo —Al ver la confusión del más alto soltó una risita—Eres muy tierno. Te agradecía por acceder a esta cita sin tanto tiempo de anticipación.

—Oh, no es nada. Ha sido un momento agradable —Asintió con la vista al frente. La fémina le veía sin dejar de sonreír, asintió y también posó su vista a la próxima cafetería donde entrarían.

—Espero así sean todos los momentos en adelante.

Ahí fue donde SooBin realmente se confundió.

No por lo dicho, más bien porque no le parecía al común que se dijeran un par de amigos. Sonaba como tuvieran una conexión...

Romántica.

Sin decir nada, por el momento, entraron al local con luces amarillas y tenues, junto con una rústica decoración y tomaron asiento al lado de un ventanal esperando que la mesera del lugar tomara sus pedidos.
Una vez hecho, SooBin habló.