Ardiente Tentación [YiZhan] +18

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Me dio un pequeño beso en los labios y con dificultad se levantó de la cama, mientras yo le sonreía. Me levanté después que el y camine hacia el baño, cuando puse la mano en el picaporte sentí que me jaló, me volteó y volvió a besarme apasionadamente, le correspondi unos instantes y después rompí el beso.

— Yibo, por favor, detente. —dije serio poniendo mis manos sobre su pecho alejandolo.

— No puedo evitar, me encantas Zhan. —dijo mirándome a los ojos. —pero, ganas otra vez, ya me debes dos.

— Anoche te cobraste una ¿ya se te olvido tu amenaza? me hiciste entrar en pánico.

— Perdón, estaba cegado y fue lo que único que se me ocurrió para verte a solas.

— Lo pensaré, claro que si te vas ahora ayudará a aclarar mi mente.

— Chantajista.

— ¿¡Yo!? El León cree que todos son de su condición.

Me sonrió y me dio otro pequeño en los labios, me quedé ahí parado para aseguarme que salía de la recámara, cuando lo hizo y cerró la puerta, entre al baño. Me metí a bañar y cuando termine de vestirme ZhuoCheng entró a la habitación, me saludó a lo lejos y me dijo que se daría un baño.

Baje a la cocina para preparar algo de desayuno y Haikuan estaba ahí tomando un café y ojeando una revista.

— Buenos días, Haikuan.

— Buenos días, Zhan. —respondió y se levantó para saludarme de beso en la mejilla. —justo estaba pensando en ti, estoy viendo un anuncio de la ropa de Mei. —agregó enseñandome la revista y la miré unos segundos.

— Por cierto, ahora que lo mencionas, tengo duda de algo que me dijiste el día de la presentación. —dije sirviendome una taza de café.

— Adelante, con confianza.

— Cuando dije que Cheng estaba de viaje, me dijistes que el no cambiaba ¿porque?

— Es que el dia que firmó el contrato con Yibo, yo fui a la cena y estuvieron hablando de negocios toda la noche y mencionó que viajaba mucho, luego Yibo me ha contado que lo llama y siempre está en juntas, por eso lo dije, ¿pensaste que yo y el nos veíamos clandestinamente?

— No, para nada, no te creo capaz de engañar a Yibo. —dije para ver su reacción.

— Jamás lo haría, lo adoro. —aseguró.

— Buenos días, señoritos. —exclamó Yibo entrando a la cocina.

— Hola A-bo, buenos días. —respondió Haikuan y lo abrazo efusivamente.

Yo no respondí y le corrí la mirada con enfadó, que amigos tan cariñosos eran, alguno de los dos me estaba mintiendo y dudaba que Haikuan tuviera alguna razón para hacerlo. Abri el refrigerador para no mirarlos y escuche que ZhuoCheng los saludaba, me abrazo por la cintura, yo volteé y nos dimos un beso en los labios.