Restregaba una y otra vez el trapo en el mármol liso y pulido, podía pasar horas ahí limpiando la lápida de Bonnie. Venía más seguido de lo que le gustaría. Pero se sentía tan solo últimamente que no podía evitarlo
—Eres patético.
Bael suspiro al reconocer la voz que provenía de alguien detrás de él.
—¿Que quieres Estefan?
Bael volteo y se asustó cuando vio a Estefan, su querido primo tenía una cara demasiado pálida y con grandes ojeras, también estaba demasiado desaliñado.
—¿Y a ti qué te pasa?
—Nada que te importe.
Estefan se acercó a la tumba de Bonnie y puso un arreglo de flores amarillas que Bael reconoció.
—¿Eres tú el que le pone flores amarillas regularmente?
—¿Por qué el tonito de sorpresa?—respondió Estefan alzando una ceja—. Éramos amigos.
—Eras el menos unido del grupo a ella—explicó Bael—. Solo es algo curioso que solo los dos vengamos a ponerle flores, en especial tu.
—Se que es sorprendente que una porquería de persona como yo haga algo así—gruño Estefan retirándose—. No es necesario que me lo digas.
Estefan se fue sin dar explicación, Bael se levanto rápidamente y lo siguió. Noto que Estefan aún tenía un arreglo más de flores blancas.
—¿Para quienes son esas flores?
—¿Qué te importa?
—No seas llorón—Bael se posicionó a su lado—. ¿Estas bien?
—Estoy excelente—Estefan sonrió hipócritamente—. ¿No se nota?
Estefan paró y se acercó a una lápida más vieja y antigua que la de Bonnie. Bael se acercó de igual manera leyendo las letras talladas.
Ruth Green, Bael sintió una punzada en el estómago, la mamá de Estefan.
—¿Por qué no le has dicho a tu papá que ya sabes sobre ella?
—¿Puede quedar esto entre nosotros?—Estefan lo miro y Bael asintió—. Tengo miedo de mi mismo.
Estefan se sentó en el pasto aun mirando la lápida y sacando una petaca llena de alcohol y tomando un sorbo de ella. Bael se sentó a su lado quitándole la petaca para compartirla.
—¿No estas siendo algo dramático?
—Sabes que no sé controlarme—replicó Estefan—. Estoy tan enojado con él por ocultarme esto, estoy furioso, si hablo con él explotare y nada bueno saldrá de eso.
—¿Y piensas hablar con tu nuevo tío?
—¿El alfa Matthew?
—Espera un momento—Bael sonrió—. Ese Alfa es tío de Liam cierto ¿cierto?, entonces tu si serias realmente el primo de Liam.
Estefan puso mal gesto.
—Que asco.
—Se que Liam le habla, podrías pedirle su teléfono.
Estefan hizo un gesto restándole importancia.
—Tal vez algún día.
—¿Esta es la razón de que parezcas tan deprimido?
Estefan frunció el entrecejo tomando un gran trago.
—La cague.
Bael lo miro seriamente.
