Cinco noches con Harry

CAPÍTULO 14

Ambos magos mantuvieron su atención tan completamente en el endoesqueleto que los observaba, que ninguno escuchó pasos suaves en el piso de arriba. No fue hasta que escucharon la puerta del sótano abrirse que sus ojos se abrieron y miraron hacia las escaleras para ver a Olive saltar escaleras abajo con Erika detrás de ella. "¿Sirius? ¿Remus? ¿Dónde diablos ... estás ... tú ...?" Se congeló cuando vio el endoesqueleto que ahora la estaba mirando. "Oh..."

Lo que ninguno de los humanos esperaba era que Olive jadeara y sonriera mientras saltaba hacia abajo y se apresuraba a abrazar la pierna del endoesqueleto. "¡LAIKA!" La pequeña animatrónica inclinó la cabeza hacia un lado ante el sonido de los engranajes antes de tirar de la ahora identificada Laika con una garra esquelética hacia la parte inferior de las escaleras y señalar a Erika. "¡Laika, esta es mi nueva mamá, Erika! ¿Mami? ¡Esta es Laika, es una perrita espacial y mi amiga!"

Un poco fuera de lugar, Erika le dio a Laika una pequeña sonrisa nerviosa y un saludo. "Um ... hola, Laika ..."

Sin haber notado el nerviosismo, Olive se volvió hacia Laika y la miró fijamente. Los dos parecían estar teniendo una conversación en silencio si los movimientos de sus cuerpos eran algo por lo que pasar antes de que Olive de repente aplaudiera y se volviera hacia Erika. "Mami, vamos a traer de vuelta a Laika con nosotros, ¿verdad? ¿Y tú la arreglarás como tú me arreglaste a mí?"

Erika se relajó y asintió con una sonrisa mientras se reía entre dientes. "Por su puesto que lo hare." Un momento después, Erika parpadeó cuando el endoesqueleto gigante la abrazó. Teniendo cuidado, le dio una palmada en la espalda mientras miraba a Olive con una ceja levantada. "Entonces ... ¿cómo se conocen ustedes dos?"

Las luces en las mejillas de Olive se encendieron mostrando que estaba sonrojada. "Um, mucho después de convertirme en una marioneta, escuché, pero no escuché, ladridos. Resultó que era Laika quien estaba tratando de hablar conmigo. Pero ella no sabía cómo hablar excepto como un perrito durante mucho tiempo. ¡Aunque aprendió! "

Curiosa, Erika se agachó para mirar a Olive a los ojos. "¿Alguna vez, eh, le contó a alguien sobre ti?"

La cara de Olive cayó un poco y miró hacia abajo mientras su pie pateaba la gruesa capa de polvo. "Ajá. Pero el señor Fazbach simplemente se rió y le dio unas palmaditas en la cabeza antes de decirle que la programación debe ser inestable ..."

Con un poco de ceño fruncido ante la idea, Erika tiró suavemente de Olive en un abrazo. "¡Bueno, no necesitas preocuparte más por eso! ¡Y me aseguraré de arreglar a Laika realmente bien, tan bien como sea posible!"

Mientras sonreía, Olive de repente parpadeó y miró a Laika con el ceño fruncido antes de señalar a Erika. "¡No es un papá, tonto! ¡Es una mamá!"

Riéndose un poco, Erika adivinó lo que se dijo antes de besar a la confundida Olive en la cabeza. "Esta bien mi amor." Con una sonrisa en su rostro, se puso de pie y luego miró hacia Remus y Sirius que habían estado mirando con expresión de asombro en sus rostros. "¿Qué?"

Le tomó unos segundos a Remus sacudirse antes de sonreír, aunque mantuvo un ojo en Laika. "Es bueno verte de nuevo, Erika." Todo lo que hizo fue reír antes de agarrar su mano y estrecharla. "De todos modos, encontramos algunos artículos y otros que pueden ser de su interés".

Erika tomó el cuaderno que él le entregó y comenzó a hojearlo. "Algunos de estos son bastante retro ..." Uno de ellos le llamó la atención y se dio cuenta de que era un títere y miró a Olive que estaba a punto de sentarse. "Olive, no te sientes y te ensucies. Mami te dará un baño una vez que lleguemos a casa ... afortunadamente eres impermeable".
La nutria se puso un poco más erguida. "Está bien, mami."