Desastre.

980 205 109
                                    












Yibo caminaba por una largo y oscuro pasillo, aquel lugar era tan oscuro que ni siquiera podía tener certeza alguna de que tan grande era, el aire era frio, tan frio que se colaba por los pliegues de su piel, adentrándose hasta afectar sus nervios, no le gustaba ese lugar, por alguna razón lo hacia llenarse de angustia.

De manera repentina una luz empezó a crecer ante sus ojos, una pequeña, débil y distante luz, con pasos rápidos camino hacia ella, quería abandonar esa oscuridad lo mas pronto posible, sin darse cuenta a medida que se acercaba el frio empezaba a desaparecer, ahora la angustia se iba transformando en alivio, paz, sobre todo en el instante en que sus ojos divisaron aquella imagen frente a el, era la imagen mas hermosa que sus ojos habían visto.

Frente a el se encontraba Xiao Zhan, pero este Zhan llevaba pelo largo y usaba ropas de la dinastía Ming, frente a sus ojos se encontraba el joven maestro de la mansión Xiao, tan hermoso como en aquel tiempo, Xiao Zhan sonreía mientras lo veía en silencio mientras que Wang Yibo se encontraba paralizado observándolo, sus manos temblaban y en su garganta se formaba un nudo, pero lo que mas lo hizo sorprenderse fue aquel golpeteo en su pecho, su corazón el cual llevaba siglos muerto empezaba a latir nuevamente, sin decir palabra alguna corrió hacia el silencioso Zhan y lo envolvió en un fuerte abrazo mientras dejaba sus lagrimas correr, el amor de su vida, con quien había aprendido a amar, ese chico de aspecto varonil y delicado a su misma vez, el mismo que con una simple sonrisa logro captar su atención cuando apenas eran unos niños se encontraba entre sus brazos.

- ¿Por que lloras?.- Zhan hablo con suavidad.

- Te extraño tanto.- Yibo lloraba.

- No hay razón para llorar de esta manera, yo estoy bien.

- Regresa Zhan, por favor regresa.

- Yo también te extraño y quisiera regresar a tu lado.

- Dime donde estas...

- Yibo...- Se alejo y sonrió.- Se que me encontraras.- Beso sus labios.- Así que se fuerte y sopórtalo.- Se fue alejando

- Zhan...- Yibo trato de sujetarlo.- ¡Zhan! ¡Zhan!

Wang Yibo abrió sus ojos sobresaltado solo para encontrarse acostado en aquella solitaria cama, las lagrimas se escurrían de sus ojos a borbotones, nunca había sentido la soledad tan pesada y frustrante, la mitad de su vida no estaba a su lado y eso estaba a punto de enloquecerlo, finalmente entendía lo que muchos vampiros decían acerca del vinculo y como la lejanía podría incluso llegar a empujarlos al borde de la locura.

- Debes alimentarte.

- No tengo apetito.

- El bebé debe alimentarse.

- Fan.

- ¡Estamos bien!.- Grito.

- ¿Por que te alteras?.- Saeed masajeo sus hombros.

- ¿Cómo quieres que este si mi papá esta desaparecido desde hace dos semanas?

- Lo entiendo pero...

- Ahórrate tus peros...- Retiro las manos de Saeed de sus hombros.

- ¿Estas enojado conmigo?

- ¡Lo estoy!

- ¿Ahora que hice?

- De no haber sido por tu terquedad Yibo no hubiera tenido que dejar solo a mi papá...

- ¿Me estas culpando de la desaparición de Zhan?.- Saeed se mostraba indignado.

- ¡Lo hago!.- Fan lloro.- Si mi papá no hubiera estado solo...

In My Veins (Finalizada) Where stories live. Discover now