23- La Herida

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Tanto Touya como Johana caminaban a la par por una avenida bastante aislada y oscura, el tiempo estaba frío y lloviznaba. El primero vestía un jean negro y un abrigo de cuero del mismo color, la segunda una campera de invierno y un jean azul.

-¿Qué haremos si él no se encuentra allí?- preguntó Johana mientras frotaba sus manos la una hacia la otra para generar calor en ellas.

-Haremos nada, yo intentaré rastrearlo y rescatarlo lo antes posible- contestó Touya serio.

-Pues yo no dejaré de buscarlo por mi cuenta, así que ¿por qué no aceptas mi ayuda? Entre más mejor, ¿o no?- habló la chica.

-Aunque seamos millones buscándolo y solo uno sea el espía que literalmente está entrenado para hacer este tipo de cosas, ser más no sería una ayuda, es mas creería que sería un obstáculo- volvió a contestar serio.

-Bueno, yo lo seguiré buscando digas lo que digas- terminó de decir Johana.

-Mientras no interrumpas mi búsqueda- dijo entre bajos Touya.

Siguieron caminando acompañados de un silencio incómodo para la chica, placentero para el chico, hasta que llegaron a un callejón bastante oscuro.

-La entrada del prostíbulo está dentro de ese callejón, pero algo anda mal- dijo el pelirrojo.

-¿Qué cosa?- contestó la castaña.

-No hay nadie vigilando las puertas- contestó.

-Capaz no están abiertos- propuso la chica.

-Es sábado por la noche, si no estuvieran abiertos serían el peor prostíbulo de la ciudad- contestó Touya y se adentró al callejón.

-Sabes, es bastante aterrador ser una mujer y meterse a un callejón oscuro con un hombre que no conoce, no demasiado- habló Johana un poco nerviosa mientras seguía a Touya.

-¿Debo recordarte que tu decidiste venir?- preguntó el chico- Aunque estate tranquila, no me atraen las mujeres- terminó de hablar.

-¿Esta es la entrada?- preguntó Johana al toparse con una puerta bastante descuidada.

-Lo es, pero antes de entrar toma- Touya le ofreció un cuchillo- No sabemos que puede haber ahí adentro y capaz no estén esperando, así que es mejor prevenir que curar.

-Hmm ok- Johana tomó el arma dudosa.

Abrieron la puerta, pero lo que antes solía ser un bar repleto de luces, alcohol, bailarinas exóticas, meseros, etc. Ahora era un lugar oscuro lleno de polvo.

-Mierda- maldijo Touya y fue corriendo hacia los cuartos con tal de encontrar a Keigo.

Por otro lado, Johana, se metió por un pasillo y escuchó un ruido proveniente de una habitación, se escuchaban gemidos de dolor y algunos llantos. Un escalofrío recorrió todo el cuerpo de la chica, sentía una presión en la parte trasera de su cuello, la situación le hacía temblar hasta las rodillas.

-¡Touya!- habló, pero el miedo no la dejaba gritar por lo que susurró su nombre.

Ella se acercó a esa puerta y apoyó su oreja para poder escuchar mejor, los quejidos se hicieron mas fuerte al igual que los lloriqueos. Johana se armó de valor, apretó fuerte el arma que anteriormente Touya le había dado y abrió la puerta.

-¡Oh por dios! ¿Estás bien?- gritó Johana al ver a una chica rubia tirada sobre un charco de sangre, esta vestía un conjunto bastante erótico, pero todo manchado de sangre.

-Ayúdame, ¡por favor!- imploró la chica herida.

-¿A dónde estás herida?- preguntó mientras la examinaba y trataba de buscar una herida- ¡Touya!- esta vez sí gritó.

Touya estaba en los cambiadores, había encontrado la navaja que le dio a Keigo tirada en el piso y un par de gotas de sangre a su alrededor, luego encontró en una de las paredes un mensaje escrito con algo filoso, supuso que fue con la misma navaja, el mensaje decía: "Nogales 438", lo anotó en su celular cuando escuchó un grito de Johana. Rápidamente se levantó y corrió hacia donde ella se encontraba.

-¿Qué pasó?- preguntó al llegar y ver a Johana y otra persona tirada llena de sangre, al principio pensó que era Keigo, pero al verla mejor se dio cuenta que era una mujer.

-La apuñalaron en el abdomen- dijo Johana- Tenemos que llevarla rápido a un hospital.

-A ver hazte a un lado- Touya se agachó y la miró a los ojos, reconoció que ella estaba al lado de Keigo el día que lo vio en el prostíbulo- La herida no es muy profunda, pero estas perdiendo bastante sangre- habló él y arrancó un pedazo de tela de su remera para luego presionar sobre la herida- ¿Puedes hacer presión aquí?- preguntó a la chica, ella asintió- Bueno aprieta con todas tus fuerzas- Luego señaló a Johana- Necesito hablar contigo.

-¿Qué necesitas?- preguntó la castaña.

-Ella era compañera de Keigo, debe saber que ocurrió aquí- habló Touya.

-Ajá, ¿y qué?

-No podemos llevarla al hospital porque nos van a sacar la posibilidad de hablar con ella.

-¡Va a morir si no la llevamos a uno!- exclamó Johana.

-Realmente no, mientras controlemos la hemorragia va a vivir, pero necesito tu ayuda para transportarla hacia mi apartamento, ¿cuento contigo?- Touya le extendió su mano.

-Todo sea por Keigo- la chica apretó la mano de Touya con la suya.

Ayudaron a levantar a la chica herida y Touya le dio su campera de cuero para cubrirla, luego el puso el brazo de la chica por detrás de sus hombros para ayudarla a caminar y así la llevaron hacia el apartamento, dieron gracias por la pandemia y de que sea de noche, ya que no había personas en las calles que pudieran detenerlos.

Encuarentena2 (DabiHawks) -Omegaverse-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora