Encuarentena2 (DabiHawks) -Omegaverse-

22- ¿Amiga o Guardaespaldas?

Habían pasados unas cuantas horas desde que cumplieron su misión, el líder de la banda, Shigaraki, estaba amarrado a una silla siendo interrogado por Kirishima y Bakugo, ya que nuestro querido Touya ya pasó más de dos horas hablando con el secuestrado.

Lo único que pudo sacarle de información fue –"Tu omega ya no está en el mismo lugar que antes, suerte para encontrarlo vivo"- Esas palabras se clavaron en él como dagas en su corazón, tenía que hacer algo y rápido.

-Necesito un escuadrón que entré en ese sitio y rescate a Keigo, ¡Por favor!- pidió casi de rodillas a su superior, Aizawa- Nunca te he pedido nada y siempre te he cumplido todos tus favores- imploró.

-Mira Touya, si fuera por mí, te daría todo lo que necesites para que vayas y hagas una misión de rescate, pero lamentablemente esta mafia es más grande de lo que pensábamos y nunca estuvimos tan cerca de erradicarla, por es...-

-¡Él está embarazado!- soltó Touya, varios trabajadores del lugar se dieron vuelta a verlos, por lo que ambos optaron por meterse en la oficina de Aizawa.

-Mira, no puedo hacer mucho por ti, no puedo echar a perder la única oportunidad que tenemos, si pensamos en un plan podemos llegar erradicar a la mafia y salvar a tu chico, pero necesitamos tiempo- contestó el pelinegro.

-¡Lo que justamente necesito!- levantó la voz Touya- Cuando se trataba de tu hija no te importaba mucho hacer planes, ¿o no?- tiró el pelirrojo sabiendo que era un tema delicado para la otra persona.

-Sin embargo, viste a donde me llevó- contestó enojado- Mi respuesta es no Touya, te guste o no- dijo frío- Ahora te recomiendo que vayas a tu casa y te tomes un té de tilo y vuelvas mañana con las ideas claras.

Touya gruñó, pero antes de agarrarse a las piñas con Aizawa prefirió irse, sin antes azotar la puerta de su oficina.

-¡Jefe!- escuchó detrás de él.

-No tengo tiempo ahora, Deku- contestó sin parar de caminar.

Deku se quedó a mitad de camino, sabía que su jefe estaba pasando por una mal momento así qué prefirió dejarlo solo.

Touya salió de la oficina donde se encontraban maldiciendo a más no poder y volvió a su casa en su moto. Hace mucho no volvía a ella, después de saber que Keigo fue secuestrado nunca volvió a su casa porque al vivir a su lado y al ver la puerta de su departamento lo hacía sentir culpable, pero ahora no tenía otro lugar al que ir.

Llegó, subió el ascensor y cuando estaba en el pasillo donde se encontraba su departamento, se dio cuenta que la puerta estaba abierta- ¿Qué demonios?- se preguntó asimismo.

Sin hacer ruido se acercó y abrió la puerta despacio para luego meterse dentro de su casa. Se escuchaban ruidos provenientes de su habitación, como si alguien estuviera hurgando sus cosas, rápidamente se acercó sigilosamente y al ver por el marco de la puerta se encontró con una mujer de pelo castaño con mechas plateadas en la parte de delante de su cabeza, su cuerpo era atlético, con curvas proporcionadas y una estatura de unos 1.65 metros.

-¿Puedo preguntar que estás haciendo?- habló Touya con una voz amenazante a la chica.

Esta se sobresaltó y se dio vuelta- ¿Tu eres Touya?- preguntó un poco nerviosa, pero enfadada.

-Si, ¿Quién pregunta?- respondió el pelirrojo.

La chica agarró una botella de cerveza que allí se encontraba y la estampó contra la pared, dejando la boca de la botella como mango y el resto como cuchillas de vidrio- ¡¿Dónde carajo tenés a Keigo?!- amenazó furiosa.

-¿Qué?- preguntó Touya confundido- A ver, calmat...-

-¡AHHH!- la chica gritó abalanzándose sobre Touya y tirando puñaladas al aire sin pegar una.

-¡Wow!- dijo Touya mientras esquivaba todos sus ataques, hasta que pudo agarrar la muñeca de la mano que tenía la botella y la apretó un poco haciendo que soltara el arma- ¿Puedes calmarte un poco? Yo no teng...- fue interrumpido por un puñetazo de parte de la chica.

La chica empezó a mover sus manos y piernas como si estuviera preparando un ataque especial- No jodas conmigo, ¡Tengo el poder de Dios y el Anime de mi lado!

-¿Qu...?

-¡AHHHHH!- volvió a atacar, pero Touya esta vez decidió contraatacar dejando a la chica indefensa en el suelo.

-¿Ya terminaste?- preguntó el pelirrojo.

La chica trató de soltar sus manos y piernas, pero no pudo- Si- suspiró decepcionada.

-Primero que todo, ¿Quién eres?- preguntó Touya mirando a la chica.

-Soy Johana, mejor amiga de la persona que secuestraste- dijo con una mirada amenazadora.

-¿Amiga o guardaespaldas?- preguntó Touya sorprendido- Keigo me contó sobre ti, un placer conocerte- dijo el pelirrojo soltándola, a lo que ella se levantó rápidamente haciendo posturas de pelea que resultaron extrañas para Touya.

-Si sabías que esas posturas de pelea no existen, ¿verdad?- preguntó conteniendo la risa.

-Eso es lo que tu piensas- dijo si sacarle los ojos de encima.

-Mira, yo no secuestre a Keigo, de hecho, estoy tratando de salvarlo, pero si es cierto que tengo cierta culpa en lo que sucedió- Touya bajó la mirada al sentirse culpable.

-Keigo me va a matar si lo dejo sentirse culpable- se dijo asimismo Johana- Mira, aunque no te conozca bien, se nota que querías a Keigo mucho y el sentía lo mismo por vos, y yo lo quiero a él- la voz se le quebró un poco, pero en pocos segundos recobró la postura- Es por eso que estaba buscando información en tu casa para conocer el paradero de él y salvarlo.

-¿Por qué pensabas que lo tenía yo?- preguntó confundido Touya.

-Bueno, para empezar, recién comenzaban a salir, él se embarazó, luego se quedó en la casa de tus padres y luego de decirme que estaba asustado porque todos habían desaparecidos la llamada se corta- ella se cruzó de brazos- Todas las pruebas en tu contra.

-Bueno, pero no soy yo, sé quienes fueron- habló Touya- Pero lamentablemente creo que no sé dónde se encuentra.

-¿Cómo que crees?- preguntó confundida.

-Lo tenían en un prostíbulo clandestino, pero por mi culpa creo que lo cambiaron de lugar- contestó.

-¡¿Prostíbulo?!- preguntó sorprendida, Touya asintió- Vayamos a ese lugar y lo veamos nosotros mismos- propuso Johana.

-No es mala idea, pero tu no me acompañarás, estarás en mucho peligro y no quiero traer a nadie más en esto.

-Sé cuidarme sola- agarró su abrigo- ¿Vamos?

Touya suspiró- Ok