6- Sorpresa

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Era sábado por la mañana, sonidos de tamborcitos se podían escuchar por todo el departamento de Keigo, estos provenían de su celular puesto a que lo estaban llamando, pero este en vez de despertarse a atender, soñaba que estaba en una fiesta en la que la música era su tono de llamada.

Hasta que se dio cuenta- ¡Hola!- habló acelerado al contestar, pues era su jefe el cuál llamaba.

-Hasta que contestas- reprochó Enji Todoroki.

-Lo siento- se disculpó- Es que no sabía que iba a llamarme un sábado por la mañana- se excusó el rubio.

-¿Tendría que recordarle nuestro contrato?- preguntó retóricamente su jefe- Pues eres mi secretario y asistente, tienes que estar al pendiente siempre que te necesite, exceptuando los horarios que tengas universidad o estés enfermo, ese fue el contrato que firmaste- se aclaró la garganta- ¿Está claro?- finalizó con un tono de voz que hacía temblar las rodillas de Keigo.

-Si señor, nunca volverá a ocurrir- nuevamente se disculpó.

-¡Bien!- el cambio de su tono de voz de serio a uno más alegre realmente lo asustó- Ya podremos volver a trabajar en la empresa, obviamente solo los trabajadores más esenciales y con todos los cuidados que hay que tener, así que tu comenzarás a trabajar a mi par todos los días que tenga que ir a la empresa puesto a que necesito a mi asistente- terminó de decir.

Keigo no sabía cómo tomarse esta noticia- ¿Qué días serán?- preguntó.

-Ni yo lo sé con exactitud, aunque no te preocupes te avisaré antes y mandaré a alguien para que te pase a buscar.

Que no tenga que gastar en transporte público realmente alivió todos sus nervios, realmente agradecía ser el favorito del jefe- Una pregunta más, ¿tendré que seguir haciendo los trabajos virtuales?- preguntó esperanzado.

-No, sólo si es que te doy yo la orden- respondió Enji.

El rubio festejó en silencio- Ok, nos estaremos viendo jefe- se despidió.

-Más antes de lo que crees, en una hora te van a ir a buscar, hoy me toca estar en la empresa.

-O...ok- respondió desganado.

La llamada se cortó y lo único que pudo hacer fue quejarse mientras se preparaba para bañarse y alistarse para el trabajo. Una vez listo, saludó a su gata y se preparó su desayuno, el cual solo pudo tomar un sorbo ya que la persona que lo iba a buscar ya estaba abajo.

Se colocó su barbijo y bajó en el ascensor hasta poder salir del edificio, en la salida se encontraba un lujoso auto de color negro, cualquiera pensaría que se trataba de un secuestro, pero por suerte solo era un chofer. Al entrar en los asientos de atrás del auto saludó al chofer y sin más dilación arrancaron para la empresa, en el camino se mantuvo entretenido chateando con Toya por mensajes de texto, ese chico de verdad le atraía.

-Llegamos- habló el chofer.

-Gracias, que tenga un buen día- se despidió al salir del auto.

La empresa era gigantesca, un edificio gigante con ventanales por todas partes, aunque no le gustaba tanto su trabajo amaba ese edificio, para el era una gran pieza de arquitectura. Entró siguiendo todos los pasos de higienización que ahora había en la entrada de este, y luego subió por el ascensor al último piso.

-¡Keigo!- saludó su jefe al verlo entrar a su oficina.

-Jefe- se estrecharon las manos.

Estar en su presencia lo hacía temblar por todos los lados, pues Enji Todoroki aparte de ser un gran empresario y tener un humor bastante complicado, era una gran alfa y con solo mirarlo un escalofrío recorría toda tu piel, más si eres un omega como Keigo.

-Bueno, tienes mucho trabajo que hacer, pero primero quiero que ayudes a la organización de los trabajadores para mantener este lugar libre de virus- ordenó Enji.

-Pensé que eso lo trataba asuntos internos- habló confundido.

-Y así es, recibirás la ayuda de uno de ellos- agarró el teléfono que estaba arriba de su escritorio- ¡Dabi ven aquí!- ordenó por el teléfono.

¿Dabi? Se quedó pensando, nunca había oído escuchar de ese nombre antes en esta empresa "Capaz es nuevo" pensó. Sus dudas acerca de esa personas se resolvieron una vez las puertas detrás de él se abrieron.

-¿Qué quieres, padre?- un chico alto, pelirrojo y de ojos celeste apareció detrás de él.

No lo podía creer, Keigo estaba en shock, el hijo de su jefe era la persona con la que tuvo sexo hace un día atrás. No solo él estaba sorprendido, puesto a que Toya al verlo también se quedó boquiabierto.

-Keigo, te presento a mi hijo Toya Todoroki- dijo su jefe presentándolos.

-Hola- saludó el pelirrojo haciendo de cuenta que no se conocían de antes.

-Hola- respondió al saludo Keigo.

Ambos se estrecharon las manos- El te ayudará con ese asunto, Keigo, pueden usar la oficina que está abajo para poder ordenarse y trabajar cómodos- dijo Enji, pero ninguno de los dos le prestaba atención, solo se miraban entre ellos- Ahora váyanse que tengo que atender algunas llamadas.

Los dos salieron de su oficina sin decir nada, un silencio incómodo invadía el ambiente, el cual no se disolvió cuando llegaron a su nueva oficina. Ninguno sabía que decir y no estaban seguros si decir algo, sólo estaban shock.

Encuarentena2 (DabiHawks) -Omegaverse-Where stories live. Discover now