Encuarentena2 (DabiHawks) -Omegaverse-

Punto de Inflexión

Era otro día, Keigo se sintió mal durante todo lo que quedaba del día anterior, pero ahora estaba haciendo ejercicio y trataba de no pensar en el tema, estuvo evitando a Touya durante la mañana, pero él parecía no acordarse nada de anoche y digamos que a eso no le gustaba mucho al omega.

-Seguro exageraste Keigo- habló su amiga Johana, la cual estaba con Keigo en el gimnasio- Capaz no te escuchó y por instinto hiciste eso- Johana estaba levantando pesas.

-Capaz... ¿A quién engaño? Seguro exageré y actué estúpidamente, probablemente él este super enojado, siempre me trata bien, es romántico y trata de hacerme reír y yo... Yo solamente lo maltrato- Keigo sintió tristeza dentro de su pecho mientras hacía abdominales.

-¡Ay Keigo por favor!- exclamó Johana- Pegarle porque te sentiste acosado no es maltrato, además ni que le estuvieras pegando todo el día todos los días- se quejó.

-No, ya sé- el rubio paró de hacer abdominales- Últimamente lo he estado escuchando llorar, lo he visto desganado, triste...-

-¿Y no le has preguntado que le pasaba?- preguntó Johana, la cual paró de hacer pesas.

-Lo hice, pero evade mi pregunta e inmediatamente se pone a realizar alguna tarea- contestó el rubio- Siento que no quiere contarme, porque es sobre mí- Keigo estaba aguantando sus lágrimas.

-¿Por qué vergas sería por ti?- preguntó Johana.

-Porque desde que nos conocimos solo le traje problemas, él siempre tuvo que hacerse cargo de mí, cuando pasó lo de mi embarazo, él siempre estuvo para mí, pero yo nunca para él... Me envolví en una burbuja de depresión y ansiedad, ignorándolo por completo- Keigo se abrazó sus brazos.

-Eso es excusables, tu mismo lo dijiste estabas depresivo y lidiando con ansiedad, era obvio que no ibas a poderlo ayudar- contestó Johana.

-Él reventó esa burbuja y me salvó de esa prisión, pero yo nunca hice lo mismo por él, ¿Cómo sé que el no está en la misma situación que estaba yo?- preguntó el rubio- Yo soy el único culpable de sus males y ni siquiera me responsabilizo de eso- una lágrima recorrió su mejilla.

-Keigo...- Johana habló triste- No digas eso... Él te quiere...

-¿Cómo vas a querer a alguien que te hace mal?- Johana lo abrazó y Keigo sollozó en su hombro.

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Hoy Touya faltó al trabajo, se sentía muy mal, le dolía la cabeza como si alguien se la estuviera taladrando, también se sentía super triste y desganado como la mayoría de los días solo que ahora era peor, si hubiese sido por él se hubiera quedado en cama, pero no quería verlo a Keigo no se sentía bien estando a su lado, no después de lo que hizo por culpa de esas pastillas que tomó, aunque no se había sentido tan feliz desde hace un año.

Su alarma sonó, era hora de que volviera a su casa, pidió que le cobraran lo que había tomado en el bar y volvió a su casa. Una vez abrió a puerta de su departamento, pudo ver que Keigo estaba viendo televisión, hizo el menor ruido posible, no quería lidiar con él por ahora.

-Lo siento- Touya frenó en seco al escuchar a la voz entrecortada de Keigo.

Touya se enojó al ver que Keigo estuvo llorando, estaba harto de eso, él se sentía de lo peor, pero siempre Keigo tendría que estar peor, a veces siente que lo hace apropósito- No quiero lidiar contigo, no ahora- contestó frío.

Keigo asintió aguantando su sollozo- Sé fuerte- se dijo así mismo, pero esa sensación de tristeza pudo con él y para no llorarle a Touya decidió irse de la casa. En la calle soltó su sollozo, sabía que tarde o temprano se iban a separar, pero él no lo soportaría, no quería que eso pasara, él amaba a Touya más que a nada en el mundo.

-¿Hijo?- una voz conocida lo habló en la calle.

-¿Papá?- Keigo se limpió sus lágrimas- ¿Qué ha...?- su padre lo abrazó y por primera vez Keigo lloró en el hombro de su padre.