31- ¿Cigarros?

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-¿Qué estás haciendo acá?- preguntó Keigo discutiendo con su padre en la sala de estar, Touya, Johana y Toga estaban en la habitación escuchando todo.

-¿Qué estoy haciendo? ¡Te estoy visitando, carajo!- habló el padre enfurecido.

-A cierto que te olvidas completamente de mí y cuando me necesitas venís acá, oliendo a alcohol y cigarrillos como si nada hubiera pasado- habló serio el menor.

-¿Solo vengo a ver como está mi hijo y así es como me recibes?- habló el padre victimizándose.

-Si solo vinieras a ver como he estado, ¿por qué no viniste hace unos meses? Mientras yo estaba secuestrado y obligado a prostituirme, o mejor cuando estaba embarazado y ¡POR CULPA DE LOS TANTOS GOLPES QUE RECIBÍ PERDÍ A MI BEBÉ!- su voz se quebró y comenzó a sollozar.

Su padre, como siempre, no sabía que decir, no tenía ni idea de que le había ocurrido tales cosas, pero para ser sincero no sabía nada de lo que ocurría en la vida de su hijo- No tenía idea...- habló el padre sorprendido.

-¡Pues claro que no tenías idea! ¿Alguna vez tuviste idea del algo?- Keigo estaba enojado, mas bien furioso, ver a su padre caer así de la nada era algo que lo enfurecía demasiado, mas sabiendo que en realidad debajo de la máscara de que lo extrañaba había una intención egoísta de su parte.

-Lo... Lo siento Keigo- su padre estaba apenado.

Keigo se limpió sus lágrimas- ¿Qué sucedió?- preguntó Keigo serio, aunque lo odiaba en su interior aún lo quería.

-¿De qué?- preguntó su padre haciéndose el tonto.

-Siempre vienes con algo, dime que sucedió así cortamos con esto de una vez por todas- Keigo se dirigió a la heladera y se sirvió un vaso con agua.

-Kelly me echó de la casa...- dijo su padre triste.

La pareja, o mejor dicho expareja de su padre lo había echado por fin de su casa- Un milagro- soltó el menor después de darle un sorbo a su agua- ¿Y para que vienes aquí?

-No tengo lugar donde ir- dijo suspirando.

-Está nuestra casa natal, puedes ir ahí- habló Keigo.

-Si, pero me hace mal estar ahí después de la muerte de tu madre no es lo mismo, además no tengo en que ir para allá y los autobuses con todo esto de la pandemia salen de día.

Keigo suspiró- Bien, te dejo pasar la noche aquí, pero mañana te vas y no vuelvas y si lo vas a hacer avísame primero.

-Ok gracias- dijo entusiasmado y fue directo a la heladera a buscar comida.

-Dormirás en el sillón- habló el menor dirigiéndose a la habitación en busca de sus amigos.

Al abrir la puerta todo estos disimularon no haber estado pegados a la puerta escuchando la conversación.

-¿Cómo estás?- Touya se acercó y le tomó de la mano.

-Bien- Keigo sonrojó al sentir el tacto de su mano- Mi padre se quedará a dormir esta noche en el sillón, lo siento chicas, pero ¿si no es mucha molestia podrían dormir en el departamento de Touya por hoy?- preguntó y ellas asistieron.

-Después seguiremos celebrando- dijo Johana y junto con Toga se fueron de ese departamento evitando cualquier contacto visual con el señor que estaba devorando la heladera.

-¿Ese es mi suegro?- preguntó Touya mientras ambos lo observaban comiendo como un animal todo desaliñado.

-Te dije que mi padre era peor que el tuyo- se burló el rubio y el pelirrojo lo cayó con un beso.

-Miren a quien tenemos aquí- dijo el padre de Keigo al verlos besándose- La verdad que siempre tuve fe en que algún día ibas a encontrar un alfa promedio, ya que bueno saliste omega- dijo analizando a Touya de pies a cabeza.

-Un gusto señor, soy Touya- el pelirrojo estiró su mano- Touya Todoroki.

-¿Todoroki encima?- estrechó la mano de su yerno y celebró- Te sacaste la lotería Keigo, este si nos saca de la pobreza.

-Yo no soy pobre, tu lo eres- dijo Keigo mirándolo mal por la vergüenza que lo hacía pasar.

-Ven- dijo el padre llevándose a Touya para afuera- Tenemos que tener la charla de yerno a padre, ¿o no?- preguntó aunque el modo en la que hizo el interrogatorio no tenía otra opción que no sea "si".

-No hace falta- dijo Keigo tratando de separarlos.

-Esta bien- dijo Touya sereno- No pasa nada.

Una vez fuera, el padre sacó un cigarrillo- ¿Quieres?- preguntó, pero Touya negó- Buena respuesta- le metió una calada profunda al cigarro- Mira, como verás o como el te habrá contado, no soy un padre ejemplar ni mucho menos un buen tipo, pero ten en cuenta una cosa- suspiró y lanzó una mirada amenazadora a Touya- Ese muchacho al que le das tu amor con besos, abrazos y cogidas, es mi hijo y siempre lo será, así que si le llegas a lastimarlo ten en cuenta que- puso su mano en el brazo de Touya- Te buscaré, te encontraré y te mataré, ¿está claro?- preguntó amenazante.

Touya tragó saliva, Keigo tenía razón su padre era bastante amenazante- Si señor- contestó.

-Muy bien- le dio unas palmaditas a su hombro- Ahora sube y dile que me iré, se que no me quiere ahí, pero dile que lo quiero y que le deseo suerte- el hombre le guiñó el ojo y se fue caminando.

Touya subió y se encontró con su amado en la puerta de su departamento ansioso- ¿Qué pasó? ¿Dónde está el?- preguntó Keigo mirando detrás del pelirrojo en busca de su padre.

-Me dijo que no volverá a subir, que sabe que no lo querés ahí, que te quiere y te desea suerte- Touya le sonrió.

-Oh no, ¿bajaste con tu billetera?- preguntó Keigo asustado.

-Sip y me la robó mientras hablábamos, pero no le dije nada porque se que necesitaba ese dinero- admitió Touya- ¿Cómo sabías que me robó?

-Siempre dice lo mismo cuando hace algo delictivo, es un patrón—respondió el rubio- Además no deberías darle dinero porque lo gasta en alcohol y cigarros nada más.

-Yo lo hubiera gastado en lo mismo, hablando de eso, ¿quieres fumar?- ofreció.

-Y ya que- accedió Keigo, necesitaba alivianar un poco de estrés.

Encuarentena2 (DabiHawks) -Omegaverse-Where stories live. Discover now