4- Primera Vez

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Aunque el beso fue sorpresivo para Keigo, no hizo nada para dejar de besarlo. Se sentía bien sus labios, eran suaves y carnosos, además era un alfa sumamente atractivo cosa que aumentaba su deseo carnoso que despertaba por el celo. De repente sintió una sensación fuerte en su labio inferior, Toya lo había mordido, pero lejos de dolerle, le encantó.

Sintió las manos del alto agarrando su nuca para sentir mejor sus labios- ¿Vamos a la tuya o a la mía?- preguntó Toya en el momento que se separaron a tomar aire- O si prefieres acá en el aire libre, pero admito que nos podríamos caer del balcón.

-A la mía- respondió Keigo sonrojado.

De un salto el pelirrojo entró al balcón del rubio y antes de que el segundo pudiera hacer algo, este ya lo había arrinconado contra la pared- Eres mas bajo de lo que pareces- sonrió pervertidamente Toya- Me encanta- inmediatamente lo besó apasionadamente y rozaba su entrepierna con la del otro.

Keigo no podía moverse, estaba totalmente bajo control del alfa, podía tirarse del piso si él lo pidiera, aunque rogaba para que no lo hiciera- Va...vamos adentro- tartamudeó el omega ya que sintió las frías manos del otro por debajo de su remera.

Sintió como lo agarró con fuerzas por la cintura y lo elevó por los aires, él enredó sus piernas en Toya, ambos entraron en la casa- ¿Dónde?- preguntó el alfa besándolo.

-Allí- señaló su habitación, el rubio.

Fueron velozmente hacía allí, el alfa tiró al omega en la cama y con unos movimientos precisos le quitó toda la ropa, Keigo sorprendido por la velocidad con la que su ropa desapareció, lo único que pudo hacer fue abrir sus piernas y entregarse al placer.

-Eres muy lindo- dijo el pelirrojo encima del rubio- Dime una cosa- se acercó a su oído- ¿Tienes protección?- la pregunta erizó todos los vellos del omega.

-E...en el cajón- dijo este señalando la mesa de luz.

Toya estiró su brazo y sacó un par de condones, luego se sacó su ropa y ordenó que Keigo chupara su miembro. Este con delicadeza se metió el pene en la boca y comenzó a realizar unos movimientos succionándolo, sintió como el líquido preseminal invadía su boca, pero antes de que el alfa llegara al orgasmo este sacó su pene de la boca del rubio.

Sin dirigirle la palabra fue introduciendo su miembro en la entrada ya lubricada del omega, Keigo soltó un gemido ahogado al sentir semejante presión en su ano- ¿Paro?- preguntó Toya al ver los gestos de dolor.

-No- contestó sonrojado- Solo hazlo despacio.

El alfa hizo caso por unos minutos, pero cuando Keigo se acostumbro al pene de Toya, este comenzó a darle estocadas fuertes y rápidas haciendo que el omega gritara de placer. A medida que se acercaban al climax, más salvaje se ponían ambos, en un momento Toya comenzó a dejar mordidas en el cuello del rubio y como si no fuera poco, Keigo clavaba sus uñas en la espalda del pelirrojo, lo que producía que este aumentara la fuerza de las estocadas.

-Agg- gruñó Toya- Me vengo.

Esas palabras ocasionaron que Keigo llegara al orgasmo junto con Toya, ambos soltaron un gemido al unísono, aunque el del alfa fue mas grave. Se separaron y se acostaron en la cama- Estuvo bueno...- Toya le dirigió la mirada a Keigo, pero este ya estaba durmiendo, lo cual le pareció tierno- Descansa- dijo y luego procedió a retirarse de su casa y volver a la suya por el mismo lugar en el que entró, el balcón.

Encuarentena2 (DabiHawks) -Omegaverse-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora