𝐄𝐋 𝐂𝐀𝐌𝐏𝐎 𝐃𝐄𝐋 𝐑𝐄𝐘 | Michael Jackson

solo eres una opción

—No te desanimes, Lía, yo se que él si te quiere— Mila me apoya mientras estábamos en el balcón de su habitación frente a frente platicando sobre lo que me estaba pasando.

—Eso no puedes saberlo tú— le miré obvia— Yo tampoco.

—Ugh, bueno, entonces dime como te sientes, algo debes de sentir en ti que te haga estar segura de alguna manera de que El Rey te quiere.

¿Cómo estar segura de que un hombre que conociste hace 4 meses realmente te quiere?

Pero este no era el caso, espero.

—Yo se que me quiere, ambos la hemos pasado muy bien en este corto pero significativo tiempo— sonreí como boba pensando en él— Creo que con nadie he sido tan cursi o linda, Michael me hace sentir segura, me hace sentir mucho más bella, viva y radiante, él es inteligente, firme, divertido, interesante...

—¿Te doy un minuto o prefieres seguir babeando por él?— Mila se ríe y yo le doy un golpe amistoso en el hombro— Pero te entiendo, si yo fuera tu, también estaría babeando por El Rey.

—Michael es un sueño, lo acepto, es guapísimo, es amable, es atento y es caliente como el infierno, no entiendo como esa mujer pudo despreciarlo solo por tener vitiligo— ruedo los ojos apoyándome nuevamente en el barandal del balcón— Es una perra.

—Yo tampoco sospeché que ellos pudieran haber tenido algo, yo llegué al Campo unos días antes que tú y todo estaba tranquilo.

—Michael me contó que él se alejó de Zara dos semanas antes de mi ingreso al Campo, él después le avisó a ella que se había anotado como hombre de una chica y hasta mi nombre le dijo.

—¿Entonces que vas a hacer?— Mila pregunta mientras ambas miramos por el balcón hacia abajo observando el jardín del Campo y las canchas.

—No lo se— alcé mis hombros desganada— No se que pueda pasar, si Michael aún la quiere y ahora me deja a mi, me volveré loca.

—¿Tanto lo quieres?

—Mucho— hice un puchero apoyando mi mentón en la palma de mi mano y mi codo sobre el barandal— Lo digo de verdad, jamás me sentí tan feliz con alguien, definitivamente Michael ha cambiado mucho de mi, me ha convertido en una mejor persona, más responsable en la escuela, más organizada, más positiva... nadie me ha cuidado tanto como él lo hace, así que creo que he perdido la cabeza por un hombre doce años mayor que yo. Lo acepto.

Mila suelta un chillido emocionada y yo sonrío levemente otra vez, pero de pronto bajo la cabeza a un costado y en un lado del jardín observo al rey de Roma, mi sonrisa se borra inmediatamente y siento mi corazón hacerse pequeño y apretarse en mi pecho.

—¿Estas viendo lo mismo que yo?— oigo a Mila a mi lado. Tan solo asentí con un nudo en la garganta.

Era Michael, quién venía caminando vestido en un gran traje y unas gafas color plata que le quedaban increíble, a su lado desgraciadamente venía Zara, como sin nada y usando unas gafas también haciendo juego con un bonito vestido negro, Louis venía cubriéndolos con una sombrilla por el sol, se veían tan poderosos juntos, él parecía contarle algo a ella y yo de seguro parezco la idiota de la que Zara se está burlando por dentro porque después de tanto ella ha vuelto a hablar con Michael.