𝐄𝐋 𝐂𝐀𝐌𝐏𝐎 𝐃𝐄𝐋 𝐑𝐄𝐘 | Michael Jackson

como un adolescente

Navidad, una hermosa fecha en donde todos acostumbran a pasarla en familia, cenar y reírse hasta que sea la media noche y poder decirles a todos aquellas típicas palabras "feliz navidad" mientras se abrazan mutuamente.

Yo nunca celebré en familia, no que yo recuerde. Quizás cuando mis papás estaban vivos lo hicimos pero yo era pequeña y casi no tengo memorias de esos años, después de que ambos murieron las navidades con mi tía no eran las más divertidas si lo pongo a analizar, realmente pasaba cada una la noche en un lado diferente, ella en la casa y yo con Priyanka o algún chico que me invitara a salir. Mi última navidad la pasé con Peter, apenas teníamos unos cuantos meses saliendo y admito que me divertí mucho a su lado.

Hoy que estoy en El Campo del Rey, lejos de mi tía, de Priyanka, del mundo exterior y ahora que terminé con Peter, bueno... no sé que suceda esta noche. Sin embargo, no creo quejarme, la fiesta de halloween que organizamos Michael y yo resultó bastante bien, la pasamos increíble y al final él y yo terminamos juntos en mi habitación con nuestra ropa en el suelo.

Y aunque hoy no organizamos una celebración tal cual, desde hace una semana el Campo está perfectamente decorado para la fecha, hay un enorme árbol de navidad en el jardín y uno más pequeño en la recepción, hay muñecos de nieve inflables por todos lados, bastones de caramelo en las ventanas, estatuas de renos en las mesas del comedor y luces navideñas por donde mires.

Confío en que será un buen día y una buena noche y todos la pasaremos juntos, las chicas entre amigas o sus hombres y el personal que trabaja aquí también celebrará por su parte, hoy todos son libres de pasarla con quién quisieran.

Pero mientras yo esté con Michael, podría quedarme todo el día encerrada en esta habitación.

—¿Bajarás a desayunar?— el susodicho sale de su baño atando su cabello en una coleta y dejando rizos sueltos por su frente, se veía guapísimo con esa camisa roja.

—No creo— dije, yo miraba televisión acostada en su cama— Solo estaba esperándote a que terminaras de bañarte.

—Quería decirte algo— Michael termina de atar su cabello y me mira con esos ojos marrones profundos, cuando veo que suspira y está nervioso me tomo las cosas con sinceridad y apago la televisión.

—¿Pasa algo?— fruncí mi ceño confundida y esperando que no sea nada malo.

—Amelia, he pensado esto unos días y creí que no estaría mal— él se acerca hasta la cama y se sienta en el borde, observo que saca del bolsillo de su camisa una tarjeta de crédito y me la extiende.

Automáticamente empecé a sudar y le miré aún más confundida, gateé sobre la cama llegando hasta él y sentándome a su lado. Tomé la tarjeta.

—¿Y esto?—pregunté con el objeto en mis manos.

—Es tu tarjeta de crédito ahora— me dice y yo abrí los ojos muy grandes, juro que me quedé sin aliento.

—¿Mía?— cubrí mi boca con una mano por la sorpresa— ¿Por qué me das esto?, supongo que es tu dinero, yo no se manejar una tarjeta de crédito, no se cuanto dinero haya aquí, solo tengo 16— estaba completamente en shock.

Michael ríe por mi reacción— He pensado en que te sería útil, la verdad no se que planeas ponerte esta noche para navidad así que si no tienes nada que usar, bueno, podrás ir a comprar algo al centro comercial, o a comprar lo que quieras— al final muerde su labio inferior esperando otra reacción mía pero solo puedo quedarme helada.