𝐄𝐋 𝐂𝐀𝐌𝐏𝐎 𝐃𝐄𝐋 𝐑𝐄𝐘 | Michael Jackson

Capítulo extra: Por el fuego y el sol

«—Sabes, has lo que quieras, decídelo tú, yo te amo, me duele que no estés conmigo, me duele que no despiertes conmigo, me duele que ya no te rías conmigo, me duele que ya no hables conmigo— su voz se quebró— Créeme que todo en esta vida para mi duele si tú estás lejos de mi»

Su voz, su voz aún estaba en mi cabeza, aquella dulce voz que lo caracterizaba, todavía suena en mi cerebro. No puedo despertar, el cuerpo me pesa, no quiero soñarlo, es horrible. Otra vez no!

«—No se como terminar esto, no quiero hacerlo— dice— Fuiste la luz de mis ojos tanto tiempo y decirte adiós al fin es tan difícil. Se que nadie va a amarte como yo lo hice, pero si más que yo»

Abrí los ojos de golpe y me senté en la cama de inmediato, puse una mano en mi corazón y estoy agitada, ha sido una pesadilla, volteo a todos lados, Harry empieza a despertar a mi lado.

—¿Estás bien?— pregunta y restriega sus ojos.

—Fue otra pesadilla, una noche más— le dije angustiada— Está otra vez en mi cabeza, no puedo dejar de soñarlo, de nuevo está ocurriendo— cubrí mi rostro con mis manos frustrada de esto.

—Cálmate, preciosa. Ven aquí— sus fuertes brazos me jalan y me abrazan protegiéndome, dándome calor, y las lágrimas no tardan en bajar por mis mejillas— Vamos a resolverlo, Lía, voy a ayudarte siempre.

Esa caja, esa maldita caja que Louis me entregó hace varios meses, al ver su contenido me hizo sentir como si me pegaran mil bofetadas, me dejó tan mal y ya no se como continuar.

—Debo... debo ir a ver a los niños— le dije y me quité de sus brazos para bajar de la cama, ponerme una bata y salir de la habitación hasta la de mis hijos. Entré y ambos estaban durmiendo plácidamente.

Mike abrazaba su oso de peluche y mi niña en su cuna descansaba con mucha tranquilidad, ella tenía apenas un mes de vida, un mes desde que llegó a nuestras vidas y es un rayo de luz para Harry, para Mike y para mi, mi hijo adoraba a su hermanita, la nombramos Harriet como un nombre derivado de Harry, ambos estuvimos de acuerdo, nos encantó el nombre.

Ellos dormían tan relajados y sin preocupaciones mientras yo no he podido hacerlo desde hace 10 meses. Salí de ahí con cuidado y corrí hasta la sala en busca de aquella caja que me tiene así, la saqué de donde la escondí, la abrí sobre una mesa y miré su contenido nuevamente, era matarme a mi misma pero no se que hacer.

Eran fotos, donde estábamos Michael y yo, cartas de él para mi, regalos que yo le di, muchas cosas que eran nuestras. Él me mandó todo, me regresó todos estos recuerdos y no se ni siquiera para que, si para atormentarme, o porque quiere ser buena persona o quizás no tolera pensarme con alguien más o no lo sé. No se sus verdaderas intenciones pero recibir esta caja me jodió.

Sueño con él casi diario, despierto llorando, agitada y con miedo, no quiero hacerlo pero no puedo evitarlo. No lo extraño, para nada.

Pero él se estaba asegurando de que nunca voy a superarlo.

¿Qué le importaba?, fue él quién me mintió y me abandonó, tuvo dos hijas con otra mujer y el que tuvo conmigo simplemente lo dejó atrás.

¡Necesito sacarlo de mi cabeza ya!

—¿Amelia?— Harry aparece atrás de mi— ¿Qué haces con eso?— mira todos los recuerdos en la caja, definitivamente no le gustaba nada que yo siguiera viéndolos, me hacía daño hacerlo— Sabes que eso te pone muy mal.