no querías encontrar el final

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Cuatro meses, si, ya cumplía cuatro meses embarazada y yo no se en que momento sucedió. Con el pasar de los días me emocionaba más todo esto, sonará descabellado ya que al principio no quería ser mamá, estaba asustada, pero con la ayuda de Michael he superado un poco el miedo.

Nos la pasábamos viendo documentales de paternidad en la televisión o veíamos videos de como cambiar pañales en YouTube. Parecíamos un par de tontos pero sobre todo él se alegraba porque en cinco meses más podrá tener en brazos a su hijo y un sueño hecho realidad.

Desperté de apoco porque sentí leves caricias en mi hombro, mi novio estaba ahí, atrás de mi y cuidándome en todo momento, mi estómago ya es notable lo suficiente como para que mis pantalones ya no me queden, y eso significaba que Michael me protegía el doble, quizás después quiera que me quedé encerrada en la casa.

Me estiré con cuidado y me di la vuelta para verlo de frente, lucía relajado y su cabello tenía rizos por arriba, me sonrió y acarició mi mejilla con su pulgar.

—¿Cómo amaneció mi preciosa novia?— dice tiernamente, su voz era música para mis oídos, era tan suave y tranquila.

—Bien, ahora que te veo, excelente— le sonreí también y lo abracé un poco fijándome de no presionar mi estómago contra su cuerpo.

—¿Estás lista para saber que será nuestro bebé?— pregunta.

—Yo si, ¿tú lo estás?, ¿qué quieres que sea?— lo miré recargado mi mentón en su pecho.

—No lo sé, estoy bien, probablemente me gustaría que fuera niño, o una linda princesa tampoco estaría mal— arruga su nariz y yo río— Lo que sea que Dios nos de para mi será lo mejor.

Asentí de acuerdo con él.

—Pienso lo mismo, ojalá pudieras acompañarme— hice un puchero.

—Moriría por ir contigo a la ecografía pero Louis y yo veremos unos papeles que estoy arreglando, vendrá a la casa a medio día, y justo a esa hora es la cita— Michael hace una mueca.

—¿Papeles sobre qué?

—Es una sorpresa, corazón— no dijo más y me besó, un largo y lindo beso por la mañana.

Al fin hoy iría por la ecografía que revele el sexo del bebé, estaba jodidamente nerviosa, pero como dijo él, lo que Dios decida que sea ambos estaremos agradecidos y felices. Era la primera cita con la ginecóloga a la que Michael no me acompañaba pero creo que estaré bien si voy sola.

Más tarde en la mañana, nos bañamos y cambiamos para bajar a desayunar, definitivamente seguí la dieta que mi nutrióloga me había diseñado, era ideal para mi y me dejaba comer muchos antojos que de pronto tenía, a veces le llamo por teléfono para decirle como voy.

—Quiero darte algo— Michael habla mientras terminamos de comer, yo dejo mi plato a un lado en la barra de la cocina y lo miro sacar del bolsillo de su pantalón una cajita y la abre, miré su contenido y eran mi anillo de promesa y el de compromiso.

Hacía mucho tiempo no los veía.

—Aw, desde que volvimos no te los volví a pedir— murmuré y los tomé de la caja.

—Se que dijiste que ya no los necesitabas, terminamos y los dejaste sobre esta barra— suelta una risita— No se si aún los quieres.

Sus ojos tenían un brillo precioso.

—Claro que los quiero, son muy especiales para mi— dije y volví a ponerlos en los dedos donde iban— Recuerda que tenemos una boda el próximo año— le sonreí.

𝐄𝐋 𝐂𝐀𝐌𝐏𝐎 𝐃𝐄𝐋 𝐑𝐄𝐘 | Michael Jackson Where stories live. Discover now