Amelia no pensaba casarse tan pronto, ahora debía decidir entre 3 hombres y en solo 6 meses cuando su tía la lleva a un lugar extraño para calmar su rebeldía.
"¿Podrías decirme que hacemos aquí?"
"Querida, Lía, uno de ellos es tu futuro esposo. Bien...
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—¿La tomaste?— le pregunto a Mila quién sostenía mi teléfono.
—Si, luces bien. Toma— me entrega mi celular y miro la foto, me gustó así que guardé el aparato en mi mochila.
—Deberíamos regresar a las canchas, la maestra está por iniciar la clase de voleibol— le digo, habíamos venido a tomarnos fotos en nuestro descanso.
—Andando— ella sonríe y ambas caminamos de regreso al jardín y a las canchas.
Después de dos semanas desde que me di cuenta de que estaba rota, creo que todo ha mejorado para mi, o al menos intento verlo así. Me he enfocado en ver lo bueno de mi nueva vida en el Campo, Mila dijo que me acostumbraría como las demás, creo que es cierto. Me propuse mejorar un poco mi vida y dejar de lado mi rebeldía, aunque se que siempre estará en una parte de mi.
Aún sigo aprendiendo a tocar el violín para mis clases y trato de mejorar mis calificaciones un poco, me cuesta estudiar pero hago mi mejor intento. Liam se la pasaba cortejandome y me molestaba su forma de hacerlo a veces, Harry era más reservado pero igual salíamos de vez en cuando y platicábamos.
El Rey era la única persona que me hacía reír, sinceramente si era una buena persona y nos hemos conocido más desde aquel día cuando hablamos en su oficina. Era interesante, sobretodo era un hombre muy inteligente, Mila me lo había advertido, ahora yo lo compruebo. Lo veía cuando me llamaba a su oficina para mis prácticas del violín, he mejorado mucho por su ayuda, hablábamos sobre cualquier cosa y nos distraíamos, él del trabajo y yo de la escuela o mi terrible vida
El Campo no era tan malo después de todo, y el sistema educativo era muy bueno.
—Chicas, denme 10 vueltas a la cancha de voleibol y la primera que termine escogerá a su equipo para un torneo amistoso en veinte minutos contra las chicas del grupo A, ¡andando!— la maestra Daisy hizo sonar su silbato e inmediatamente todas salimos corriendo por la cancha, me gustaba más jugar tenis pero el voleibol igual era entretenido. Mila corría a mi lado.
Últimamente he dormido muy bien, he hecho bastante ejercicio, en la mañana me tomé un jugo energizante y ahora que estoy corriendo siento mis pies volar y terminé rebasando a todas mis compañeras y corrí con todas mis fuerzas, mi cuerpo estaba encendido y continué así hasta que mágicamente y sin darme cuenta terminé las 10 vueltas.
La maestra sonó su silbato otra vez— ¡Alto, chicas!— exclamó alzando la voz, todas pararon y se veían a punto de desmayarse— La señorita Amelia será la capitana del equipo de voleibol— anuncia— Adelante— ella me dice.
Limpié mi frente por el sudor que tenía y las miré a todas, al parecer ya no me odian como cuando se enteraron de que El Rey quería casarse conmigo, o quizás solo me toleraban. Pero no me importaba, con la única con quién me llevo es con Mila al fin y al cabo.
