Capítulo 1

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Esta historia la encontré entre borradores de hace un tiempo... ya esta terminada y son capítulos muy cortos... una comedia romántica con cero drama narrada desde el punto de vista de Brittany... subiré varios capítulos al día para terminar de colocarla pronto

Capítulo 1

Hoy es viernes y como cada viernes del último mes entramos al establecimiento después del entrenamiento de natación, con el cabello húmedo, las caras sonrojadas y nuestras sudaderas holgadas. Tomamos asiento en nuestro lugar preferido: una mesa frente al ventanal con dos cómodos sillones de tapicería negra.

—Buenas tardes, bienvenidos a Breadsticks —saludó la camarera con una sonrisa y nos dejó las cartas.

—Estoy tan hambrienta que devoraría una vaca —masculló Quinn mientras estudiaba el menú.

—¿Qué tal un club sandwich? —le pregunté señalando la fotografía del aperitivo.

A la ojiverde se le iluminó la cara, un sándwich de jamón, papas a la francesa y ensalada.

—¡Perfecto! —aceptó contenta.

Unos instantes después, la chica regresó para tomar el pedido. Quinn se acomodó mejor en el sillón y miró hacia la derecha donde se encontraba la caja registradora, pude notar el leve sonrojo y la sonrisa tonta que apareció en su rostro cuando sus ojos se encontraron con Rachel, la encargada del establecimiento. Porque si estábamos en aquel lugar de ambiente pretencioso no era por la comida carísima, ni por la música instrumental, ni por los cuadros dantescos que adornaban las paredes blancas y mucho menos por las apestosas rosas blancas que decoraban las mesas de madera, todo era por Rachel.

—Deberías al menos pedirle su número —comenté casualmente.

Me miró con los ojos muy abiertos.

—¿Estás loca? ¿Y si me dice que no? Pérdida de dignidad total —replicó mi amiga.

—¿Entonces que? ¿Seguimos viniendo aquí para que te le quedes viendo como estúpida? Pareces acosadora —le recrimine.

Ella sacudió la cabeza y luego me sonrió, mi corazón se saltó un latido ¡Vaya con el amor unilateral! Pensé, con un poco de mal humor. Quinn sacó su móvil de los pantalones de mezclilla y comenzó a buscar algo, cuando lo encontró me mostró una publicación en Facebook donde al parecer estaban solicitando personal para el lugar.

—Compre las solicitudes esta mañana, solo debemos llenarlas y entregarlas —dijo satisfecha.

—¿Debemos? ¿Nosotras dos? ¿Tú y yo? —pregunte acusadora.

—¡Pues claro! Somos un equipo después de todo Brittany —contestó con sus ojos verdes brillando de emoción.

¿Y cómo decirle que no a ella? Cuando la mesera puso los platos delante de nosotras comenzamos a comer y a rellenar las solicitudes de empleo. Preguntamos dónde se tenían que entregar las formas y la mesera nos señaló la caja registradora. La muchacha castaña con el uniforme de la cafetería (pantalones negros, camisa blanca y un pin con unas alas de ángel bajo el que rezaba su nombre) nos sonrió amablemente y recibió nuestros papeles.

—En caso de ser aceptadas para el empleo les enviaremos un mensaje concretando la hora para su entrevista —dijo en tono formal Rachel.

—Gr-gracias —tartamudeo Quinn.

Solté un suspiro, aquello era tortura. Salimos del establecimiento para ir a nuestras casas, en la entrada tropecé con alguien a quien le sacaba unos cinco centímetros, ¿Por qué todas eran tan endemoniadamente bajitas? O tal vez yo era demasiado alta, ¡bah! Me apresure a disculparme pero antes de poder decir una palabra la muchacha me silenció con su gélida mirada.

—Parece que necesitas lentes —dijo la tipa morena.

—Lo lamento —me disculpé desganada.

—Yo también, la próxima vez déjame entrar primero —repuso y traspasó las puertas de cristal.

—Que idiota —se quejó Quinn mientras comenzamos a caminar.

—Y que lo digas, solo espero que si nos contratan ella no sea una cliente habitual —respondí.

Quinn pasó un brazo por mis hombros.


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