Capítulo 22

18.5K 1.4K 662
                                    

—¿Y no habéis discutido como dos niñas pequeñas desde hace tres días?

—Nop. Quiero decir, nos hemos gruñido, claro... No todo iba a ser de color de rosa, pero se nos ha pasado de inmediato y hemos seguido con lo nuestro... Más relajadas, ¿sabes? —explicó Kara nuevamente y Nia sacudió la cabeza, atónita al volver a escucharlo.

—¿En serio os habéis contenido a ofenderos y a insultaros? —preguntó un poco decepcionada porque le encantaba verlas así. Kara asintió de nuevo—. A ver que yo me entere bien y esta vez definitivamente... ¿Me estás diciendo que después de todo estos meses, Lena y tú habéis conseguido ser amigas de verdad y habéis dejado las tonterías sin sentido a parte? —repitió su mejor amiga cogiendo su café.

—Sip.

—Sin embargo, dices que sigue con esa actitud insoportable, distante, dura o fría, aunque no solo contigo, sino con todos... como "siempre".

—Yep —volvió a asentir Kara.

—Pues normal —frunció el ceño sin comprender lo último antes de beber un sorbo de su café y Kara la miró indignada.

—¿Cómo que normal? Acabamos de hacer las paces y sigue siendo una amargada. Pensaba que se iba a alegrar un poquito e incluso que al menos daría un poco de tregua con nuestros alumnos.

—Kara, solo han pasado tres días, aunque... —alzó la ceja inquisitivamente hacia ella y la rubia sacudió la cabeza.

—Y tres días que la he tenido que aguantar con sus quejidos —interrumpió con un gruñido—. Pensaba que íbamos a llevarnos un poco mejor... Aunque bueno, lo cierto es que ahora me ignora cuando cuento chistes malos o comento algo gracioso. Antes me llamaba de todo menos divertida —espetó cansada volviendo a coger su café y Nia se echó a reír.

—¿Por qué me da que estás exagerando? —preguntó con una sonrisa y la rubia la fulminó con la mirada entre que bebía un sorbo—. Vale, vale, no me mires así. ¿Quieres saber mi humilde opinión?

—Por favor —pidió después de exhalar e hincó sus codos en la mesa para escuchar a Nia.

—Creo que Lena es así. Pero no así de amargada, sino de seria y responsable. Quiero decir... Está en su lugar de trabajo y seguirá teniendo esa actitud hasta con sus compañeros. Probablemente en cualquier otro lugar sea un poco menos amargada, como tú dices. Además, me dijiste que bailó cerca de ti en aquel pub y habéis jugado al billar en el hotel que hasta te echaste unas cuantas risas y no erais ni amigas, ¿no? Pues ahí lo tienes —razonó llamando la atención de la rubia. La verdad es que su mejor amiga era muy lista después de compartir varias cosas sobre Lena en estos últimos días, aunque obviando lo evidente y desviando algunos detalles porque no iba a echarle más leña al fuego.

—Quizá sea así... —suspiró mirando su café y Nia asintió. Después de un silencio, la rubia agitó la cabeza y miró a su mejor amiga—. ¿Sabes que me voy a proponer? Sacarle de esa aura amargada y conseguir que, al menos, sonría un poquito.

—¿Por qué tanta molestia? —alzó la ceja intermitentemente y Kara casi se atragantó porque claramente su amiga lo estaba insinuando indirectamente.

—Porque realmente me parece una mujer con cierto potencial e interesante y que, aunque tiene un sentido del humor muy peculiar, lo tiene ¿sabes? —se excusó haciendo una mueca y Nia asintió con una sonrisa ladina—. Incluso diría que es amable y buena persona... —prosiguió recordando la conversación que tuvieron—, y me da pena que tenga esa cara de yeso y siga comportándose como una idiota. Ahora somos amigas, ¿no? —siguió explicando más para sí misma que no miró el rostro de su mejor amiga—. Por eso, si consigo llegar a ella con mi encanto Danvers, te aseguro que derretiré ese corazón de hielo que tiene y todos me darán las gracias.

Se nos da bien odiarnos | Supercorp (Kara G¡P)Where stories live. Discover now