Capítulo 33

18K 1.3K 802
                                    

Después de una mañana casi interminable, la profesora Luthor sacó sus cosas nada más sentarse al llegar a la sala de profesores. La profesora Danvers entró momentos después con dos cafés en la mano para ella y para su novia, acercándose a ella y dejándole un tierno beso en la sien, ofreciéndole la bebida. Hablaron sobre esta semana sumando a lo sucedido en su casa, de lo mucho que deseaban que llegara mañana sábado para disfrutar el finde. Lena mencionó de nuevo cómo había regañado a su padre después de amenazarla y Kara se echó a reír, aunque no lo culpó; es normal preocuparse después de lo que ha pasado.

También habían quedado con Andrea y Diana a principios de semana (básicamente porque pillaron a Kara en su casa y se acoplaron como buenas amigas que son) y, aunque ninguna dijera nada, ellas ya sabían lo suyo por cómo había cambiado su mejor amiga. Se notaba la diferencia después de un año. No le agobiaron ni le sacaron el tema, simplemente estaban felices por ella y por Kara.

Por supuesto, esto no solo ocurría con el círculo de la pelinegra. Esta semana también habían almorzado en un restaurante junto a hermana y Eliza. Fue una inesperada invitación que la rubia insistió en que fueran, que se divertirían y, al contrario de los Luthors, las Danvers (Alex) tiraron más de la lengua donde finalmente Lena y Kara se rindieron y confesaron que llevaban un tiempo juntas.

Al principio ambas sintieron temor. Kara: por la encerrona y presión que le hizo su hermana junto a Eliza. Y Lena: por sentir que no encajaría o no llegaría a la altura. Sin embargo, esas ideas se disiparon cuando Alex le estrechó la mano a la pelinegra, pactando para seguir molestando a su hermana y Eliza, al finalizar el día, le dio un fuerte abrazo.

Por supuesto, guardaron discreción. Incluso Kara le amenazó con contarle la lengua a su hermana para que no le contara nada Sam y no llegase a los oídos de Ruby porque estaba en juego su relación, aunque estuviesen avanzando. Claramente, e imposible de creer, la pelirroja le dio la razón y le hizo caso. Por una vez sentía a su pequeña hermana estaba tan feliz que no pensaba estropear nada.

.

—Hum... —gimió Lena sentándose de inmediato en su silla.

—¿Te pasa algo, cariño? —se preocupó Kara al ver que prácticamente se tiraba encima de la silla.

—No, estoy bien. Supongo que es la poca anemia que a veces me entra —se quejó masajeando sus sienes y la rubia ladeó la cabeza como un cachorro.

—¿No deberías hacerle caso a tu madre e ir al médico? —preguntó recordando las conversaciones que tuvieron en aquella cena.

—Sí sé lo que es, ¿para qué voy a ir? —se encogió de hombros restándole importancia.

—Hey, Kara —Winn entró sin avisar. Para la suerte de ambas estaban cada una a cada extremo de la habitación, hablando mientras hacían sus cosas. Su amiga miró por encima de su hombro para verle con el ceño fruncido—. Sí, sé que tengo clase, pero he dejado a mis chicos estudiando porque es urgente.

—¿Qué ocurre? —se giró preocupada, pero Winn sacudió la cabeza.

—Solo era por si la semana que viene me podías cambiar mi hora del miércoles por tu clase. Quiero acompañar a Aila a la ecografía y a Cat le pareció bien si a ti también te lo parece.

—Oh, claro. Sin problemas —le dedicó un pulgar hacia arriba entre que cogía su libro—. Ya mismo sale de cuentas, ¿no?

—Sí. Tengo unas ganas de tener a Mary en mis brazos —sonrió tiernamente apoyándose en el marco.

—¿Y por qué Mary? —esta vez preguntó la pelinegra, entrando en la conversación. Últimamente hablaba mucho con Winn al igual que lo hacía a veces con Nia, intentando darle un poco de tregua a Kara para que supiera que también se interesaba por su círculo de amigos.

Se nos da bien odiarnos | Supercorp (Kara G¡P)Where stories live. Discover now