Se nos da bien odiarnos | Supercorp (Kara G¡P)

Capítulo 24

Han pasado varias semanas que ya estaban a mitad de febrero y, a pesar de decir que todo estaba bien, Lena y Kara se molestaban tanto a tal punto que parecía que se odiaban de nuevo. No lo podían evitar, pero habían pasado muchas cosas para que lo hicieran. Solo era una mención de Lucy o Verónica y se desataba el caos. Ni siquiera se preguntaron el por qué, solo con lograr sus objetivos de cabrear a la otra era más que suficiente.

Sin embargo, esta vez era diferente. A pesar de las burlas e ironías, ellas se recordaban que eran amigas al final de cada discusión. Ahora tenían un límite que no lo sobrepasaban e incluso a veces se disculpaban de manera suave y agradable, invitando una a la otra a un café o donut como si no hubiera pasado nada. Incluso Kara estaba orgullosa de controlar a su amiguito.

Pero pese a molestarse de manera discreta con indirectas para que la directora Grant no se diera cuenta ni les echara la bronca, llamaron inmediatamente la atención de sus alumnos. Especialmente a Ruby e Imra que eran las más cercanas a aquellas dos (aunque más con Kara por razones anteriores).

A pesar de que no se fastidiaban de manera directa cuando cruzaban los pasillos, cafeterías, clases, sala de profesores y excursiones, aquellas discusiones llenaron cientos de teorías y especulaciones de que algo pasaba entre aquellas dos y más cuando escucharon menciones de terceras personas (Lucy y Verónica, sobre todo).

Ruby fue la única en llegar a acertar, pero no por sus instintos, sino porque su madre se lo chivó algunas cosas que comentaba Alex: Lucy, que llegó a ser novia de Kara después de tantas citas rutinarias, y Verónica, la supuesta novia de Lena según Kara. No era por lo que le contaba, sino por las formas que lo hacía la rubia, según decía Alex, su hermana. Entonces Ruby sumó dos más dos con las discusiones de ambas y llegó a la conclusión de forma rápida: estaba claro de que se trataba de una guerra de celos.

—¿Estás segura? —preguntó Imra nada más contarle todo Ruby.

—Más que tú cuando dices que vas a dejar los porros —se burló su mejor amiga cogiendo la cerradura de la taquilla.

—¿Eso es un sí? —cuestionó con una mueca, saliendo de su escondite de las taquillas y viendo a la profesora Danvers caminar tranquilamente contra la profesora Luthor—. No sé yo, eh... Es que un día parece que se matan con la mirada y al día siguiente parecen que se van a agarrar de la mano para recorrer el mundo.

—Kara es el día y Lena es la noche. Tú las juntas y hacen boom, pero luego son incapaces de separarse —explicó la pequeña Arias entusiasmada y la pequeña Ardeen se escondió de nuevo, frunciéndole el ceño.

—¿Eso que quiere decir?

—Que vamos a hacer que se dejen de tonterías y se den cuenta de que están muerta una por la otra —se echó a reír traviesamente y su amiga abrió la boca de par en par, no creyéndose de lo malvada que podía llegar a ser.

—¡Chachi! Me apunto —hizo un pulgar hacia arriba, pero luego se le quitó la sonrisa de la cara—, pero ¿cómo?

—¿Mañana que día es? —tarareó apuntando hacia arriba e Imra miró la pancarta colgada. Luego hacia su alrededor y finalmente volvió a mirar a su amiga.

—Cuéntame el plan —asintió en de acuerdo mientras se marchaban a la salida.

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Al día siguiente Lena tuvo que esquivar a más gente de lo normal. A pesar de ser un día como otro cualquiera, parecía que era el día festivo de mañana. Quiso intentar comprender que veían de especial esta fecha en concreto y se preguntaba por qué el instituto celebraba absolutamente todos los festivos días antes como si fuera un día de descanso.