Capítulo 6

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Siguieron igual de picadas y enfadosas, pero mucho menos que antes para evitar a la ira de Cat. Al menos delante de los alumnos se comportaban mejor: se guardaban los insultos, los gritos y discusiones, pero eso no quería decir que no se dedicaran algunas burlas o miradas asesinas.

Seguían siendo la atracción para los estudiantes, pero su comportamiento no era tan extremo como para llamar a la directora, cosa que hizo gruñir a Imra porque no tenía excusa como la del museo para poder alejar a Lena cada vez que se entrometía en la conversación entre ella y Kara.

Y cuando estaban a solas... Eso ya era otra historia. Se decían de todo menos bonitas. Como si todo el tiempo que pasó donde no pudieron decirse nada, lo hicieran insultándose o metiéndose una con la otra hasta saciarse.

No tenían ni idea de por qué se comportaban así porque en cierta parte Cat tenía razón; no se conocían en absoluto, pero la primera impresión fue suficiente para ambas, no pudiendo volver atrás ni dar la oportunidad de rectificar las cosas y, además, era totalmente un hobby para las dos, no pudiendo evitarlo.

Como por ejemplo...

Lena se dirigía hacia el aula de los de cuarto año a petición de Winn ya que se fue con los alumnos a la clase con ordenadores. Nadie entendía cómo es que con él congeniaba mejor que con Kara ya que eran prácticamente iguales, como si fueran hermanos al nacer ya que compartieron toda su infancia juntos. La única razón que sacó Lena es que por lo menos él no era tan entrometido ni tan bromista como la rubia a la hora de las cosas serias.

Pasó por los pasillos, mirando su reloj y calculando su hora de descanso. Sinceramente tenía mucho que hacer. Iba a ser la encargada de organizar la fiesta de Halloween de este año junto a Brainy, cosa que odiaba porque detestaba las fiestas, pero salió por votación y no pudo decir que no cuando Cat se lo exigió. Se detuvo delante de la puerta y abrió sin pensarlo dos veces.

—¿Qué demonios haces aquí? —preguntó la pelinegra asustando a Kara.

—Eso debería preguntar yo —frunció el ceño mientras dejaba los libros en su sitio entre que Lena se dirigía a la mesa del profesor—. No es la hora de historia del arte —le recordó sabiendo que ambas tenían la misma hora de descanso.

—He venido porque Winn me ha pedido que le buscara la lista de los estudiantes —agitó los papeles al aire para mostrárselo entre que Kara se apoyó en una de las mesas de la clase—. Así que tampoco es el de literatura.

—No tengo que darte explicaciones. Voy a hacer lo que me dé la gana como mi teta derecha —vaciló la rubia cruzándose de brazos.

—¿Cuál? —frunció el ceño y entrecerró los ojos mirando el pecho de Kara—. Porque yo no veo ninguna de las dos.

—¿No? ¿Y qué tal si te digo que haré lo que me salga de la punta de la polla? —preguntó Kara toscamente antes de tensar la mandíbula.

—Oh... ¿A ver? —preguntó Lena acercándose a ella y encorvándose, cerrando un ojo mirando detenidamente sus pantalones—. Hum... No, no veo nada —hizo una mueca mientras sacudía la cabeza y Kara descruzó los brazos.

—No ves nada y que bien que te metiste en el baño del museo sin llamar porque te entusiasmaba la idea de verlo.

—Me metí porque era una urgencia, pero total, para lo que hay que ver. O sea, nada, como he dicho antes.

—Ya, te dejé muda y no podías hablar de la emoción.

—Es gracioso. Viste mi cara perfectamente. Si crees que eso me provocó emoción no quiero saber cómo se comportaron las mujeres que estuvieron a tu alrededor de verdad. A lo mejor lo que querías decir es decepción.

Se nos da bien odiarnos | Supercorp (Kara G¡P)Where stories live. Discover now