Capitulo 58

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"¿Donde están mis niñitos?!"

El grupo se quedó mirando a la única mujer mayor de la habitación. Una búho blanco de ojos pequeños y baja estatura, currado de arrugas en el que sus plumas blancas y gastadas ocultaban con elegancia, un pico de escaso color amarillento hundido en dirección hacia abajo, portaba un bastón entre sus alas que la ayudaban a sostenerse por completo. Agitó una de sus alas con recelo y miró él área entrecerrando los ojos con fuerza, como si la pobre no podía ver bien y que al hacer eso le ayudara.
"Ahhhhhh... parece que no están aquí" se volteo hacia la eriza rubia quien se encontraba detrás de ella "Nena, donde están los invitados? Se supone que les quitaría la maldición a esos pobres niños.." dijo sonando con pena al final.

Sin pensarlo dos veces el grupo corrió hacia ella y al mismo tiempo gritaron su estadía en el lugar. Una risa rasposa salió de la bruja y con la ayuda del bastón se acerco al primer individuo, sonic.

"A ver a ver mi pequeño" levantó la punta del bastón hacia la boca del werehog azul obligándolo a abrirla y mostrar su dentadura afilada "mmmm.." La Búho se quedó mirando unos segundos sus dientes, luego sacó el bastón de su boca y con ella le dio en la barbilla cerrando su hocico. Se hizo a un lado y con un saltito tomó una de sus orejas halandola con fuerza obligando a Sonic a bajar a su altura. Después de asentir confirmando no se que cosa se dirige atrás del azulado para revisar su espalda "oh por los..." exalto sorprendida, visualizando todos los escombros que llevaba en su espalda y brazos. Luego de ver detenidamente todas sus heridas, levantó una de sus alas y con un brillo verde cubriendo sus plumas las pasó en las zonas dañadas desapareciendo los escombros y cicatrices del werehog.

Con un sobresalto por la impresión, el azulado se volteó rápidamente para ver la la vieja búho sonriente.
"Oh querido, no sabes cuanto te había esperado" dijo retomando su camino hacia el werehog plateado "y tú cariño, parece que no la tenías fácil eh?" Tomó suavemente su hocico acariciandolo levemente.

Amy quería preguntar muchísimas cosas como por ejemplo la cabaña, la magia, el werehog que quiso matarlos, pero dejando eso atrás se centró en la maldición y en como quitarla. "Esto... ehh señora bruja.. podría.."

"Llámenme Mamá Odihe" interrumpió rápidamente aun revisando al werehog plateado "aquí soy la mamá de todos querida Rose!" Gritó metiendo su cabeza en la gran mandíbula del plateado quien este lloraba dramáticamente con el miedo de tragarse a la bruja.

"E-eh Mama Odihe..." ignoró por completo el hecho de que parezca que se está por suicidar "quisiera saber si podría ayudarlos con sus maldiciones" en eso en seguida la bruja saca su cabeza de las fauces del werehog gris y se voltea a verla como si estuviera loca.

"Querida, la única maldición que tuvieron fue venir sin haberme llamado por teléfono" mencionó simulando estar ofendida.

"Que es un teléfono?" Hablaron confundidos y curiosos los únicos werehogs presentes más la rápida atención de las demás chicas, excluyendo la nueva. La mujer búho se sobresalta por si sola y les da una sonrisa de culpa.

"Oh perdonen, olviden lo que dije" río nerviosa y quitándole los años a su cuerpos se movió rápido hacia la chimenea con la caldera. Con su bastón movió detenidamente el contenido de la holla y río en alto cual bruja. Ciertamente le daba una sensación de emoción a la eriza rosa mientras que los otros sentían que iban a ser ratas de laboratorios. La bruja de plumaje blanco, luego de finalizar su risa, con su bastón toma del mango del caldero y lo lleva a la mesa más cercana. Mamá Odihe agitó su bastón dándole un ligero brillo azul hasta convertirlo en una cuchara de madera extremadamente grande. Con ella agitó más el líquido de la caldera.
La eriza amarilla, quien había estado recargada del marco de la puerta, se acercó al lugar con unos frascos rojos y rosados en sus manos, con un ágil movimiento, vertió una cantidad exacta al recipiente mientras Mamá Odihe seguía batiendo mientras pronunciaba algún tipo de cántico.

La Rosa Roja (Sonamy)Where stories live. Discover now