Ino- cente

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— ¿Sabían que la Primera Guerra Mundial inició porque el motorista del archiduque Francisco Fernando de Habsburgo cruzó en la calle equivocada?

Harry y Louis estaban en la habitación de su mujer favorita, estaban prestando atención al maquillaje que se colocaba y cómo. Era día sábado, los chicos habían regresado de su pequeño paseo por el suroeste del país hace un día. Llegando en la noche, Johannah pidió a Niall y Laura pasar por una pequeña taza de café con galletas para tomar energías en su camino a su casa que es de, aproximadamente una hora.

Johannah vestía muy elegante, su vestido negro manga larga con abertura en gran parte de su espalda lo haría un sensual conjunto con el labial rojo que se colocaba. Harry, por otro lado estaba muy nervioso de conocer a alguien nuevo, Dan Deakin; cita de Johannah desde hace un año.

— ¿Perdón?—Preguntó la mujer. Louis rodó sus ojos, sabía perfectamente lo que significaba ese dato al azar.

— Siete jóvenes nacionalistas serbios bosnios se colocaron alrededor de la avenida Appel en donde pasaría el archiduque y su esposa Sofía,

el primer sujeto no disparó, el segundo que estaba más adelante arrojó una granada mas no cayó sobre ellos, la granada explotó atrás, lastimó a veinte personas y él fue arrestado; luego de un tiempo ellos siguieron su camino-

— Espera, cariño ¿Atentaron con sus vidas y decidieron seguir con eso? —cuestionó Johannah apoyada por su hijo al asentir con indignación.

— Sí, bueno... ya sabes, cosas de 1914,

Cuatro de los serbios no pudieron hacer nada ya que el caos que había no daba oportunidad para dispararle o arrojarle otra granada, el archiduque dio su discurso y se supone que luego de eso iría al Museo de la ciudad, pero decidió visitar a las personas que habían sido lastimadas por la bomba y el chofer ignoró por completo la ruta más factible y cruzó en la avenida Franz Joseph. Faltaba uno y precisamente estaba en dicha avenida disparando así dos veces, Sofía y Francisco murieron antes de ser atendidos.

—Oh Dios... Eso eso enfermo, Hazzi.

—Lo es, lindura.— Siguió Johannah luego de Louis. 

—Eres muy linda.

—Tiene razón.— Apoyó Louis.

—Son muy encantadores, muchas gracias.

—Ahora te estás preparando más que otras veces, ¿Hay algo aún más especial? No nos has dicho nada, solo que saldrás por unas horas.

— No, Harry. Solo saldremos y pensaba en decirle que fuera mi pareja.

— ¿QUÉ!

Exclamaron ambos y vieron a Johannah sonreír mientras colocaba una máscara a sus pestañas negras. — ¿Tú le preguntarás si quiere ser tu pareja?

— ¿Algún problema, Louis?

— No, solo es diferente.

—Y eso es muy lindo, Jay. No le prestes atención.

— Es cierto, me tomó por sorpresa cuando Harry me preguntó si quería ser su novio, pensaba hacerlo yo y me arruinó la sorpresa.

— ¿Qué sorpresa?

— Ya no tiene sentido contártelo, Hazzi.

— Creo que te está mintiendo. —Habló Johannah.

— Tú no ibas a decirme si quería ser tu pareja. —Harry se cruzó de brazos de forma juguetona.

— Pensaba decírtelo en el pasillo mientras jugábamos algún día de nuestro descanso del colegio. Y bueno... Tú me dijiste a inicios de vacaciones, no pude hacer mucho.