Ino- cente

10

— Sabes, Patricia... últimamente siento que he cambiado.

— ¿Por qué crees eso?

— Ya no llamo a Louis por su sobrenombre allá y cuando él me llama "Hazzi" en el colegio no me siento muy cómodo del todo, eso me hace sentir muy mal. Ya no estoy seguro de pedirle ser mi novio.

— ¿Cómo te enteraste?

— Él me lo dijo y entramos en discusión, y realmente no lo había visto desde ese punto.

— Agregando más a tu análisis podemos también decir que el afecto entre ustedes no es tan seguido a comparación de tus primeros días, según lo que me has hecho ver indirectamente.

— Eso es gratificante, Patricia.

— Pon atención, Harry. Estás pasando por una etapa en la cual tus preferencias sexuales están luchando contra la sociedad y es totalmente normal pasar por ello, somos humanos y eso nos fuerza a querer buscar la aprobación de un grupo de personas, porque queremos permanecer a uno. Tú nunca habías sentido esto; ya que estabas encerrado en casa y no experimentabas cosas como las opiniones y críticas de otras personas las cuales nos afectan, ya sea intencionalmente o sin intensión.

— Siento que soy el peor del mundo.

—Louis también pasó por esto, Harry. No sé cómo él lo llevó a cabo, no te sientas culpable por sentir sensaciones que son completamente instintivas.

— Sé enojó porque le coloque un sobrenombre a un chico porque se me hace lindo... también debo de admitir que quería hablar con el mesero y la única manera que encontré fue preguntándole algo.

— Nosotros no podemos controlar de quién sentirnos atraídos, Harry. Siempre tenlo en cuenta y eso no te hace automáticamente infiel, pero si podemos controlar nuestras acciones hacía esas personas.

— No comprendo.

— A ti te puede atraer... eh, un chico equis y también el ye, y no hay nada de malo... lo malo sería coquetear con él, atraerlo a ti, ya que eso significa que no estás respetando a tu pareja. Recuerdo que atraerte por alguien y gustarte alguien son cosas totalmente distintas.

— ¿No le estoy siendo infiel a Louu?

— No, Harry. Tu relación con él no es algo formal, pero es claro que ambos se gustan. Pero también escucha a tu pareja, cuando tengas una y agradezco que Louis sea conciso contigo al demostrar su molestia por algo que hiciste.

— ¿Qué debo de hacer para...?

— ¿Para ya no avergonzarte de ser quien eres? ¿Eso? —El rizado vio sus manos que estaban entrelazadas y asintió apenado. — Aceptarte a ti mismo es dejar de pelearte con tu mente y con la vida, reconocer que todos somos diferentes y que lo único importante es tu felicidad.

Esta cita fue una de las más conmovedoras para el rizado, siempre había tenido inseguridades con relación a ser parte de la sociedad más ahora que sus diferentes gustos son una presa ante la enferma red que las personas con una mentalidad sellada tiran al océano.

Luego de la charla había tratado de aparentar que la cita simplemente estuvo bien.