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─ No estés nerviosa, Hermione. ─ dijo Abril mientras le acomodaba el pelo. ─ Te ves muy bonita hoy.
─ Gracias. ─ la castaña sonrió nerviosa. ─ Realmente me gusta como irás al baile. ─ elogió mientras dejaba de comerse las uñas.
─ Viktor es lindo, seguramente la pases bien hoy.
─ ¿A qué te refieres? ─ preguntó confundida.
─ Que es lindo y que te divertirás. ─ dijo obvia. ─ Se nota que es un gran bailarín.
Las dos chicas rieron. ─ Hace frío está noche. ─ dijo Abril mientras buscaba un abrigo ligero que combinará con su vestido verde oscuro con detalles negros.
─ Tengo una idea. ─ Hermione buscó su varita, cuando la encontró encima de su cama la agarró e realizó un hechizo no verbal apuntando hacia ella.
─ Un hechizo de calor, así no sentiremos frío. ─ se encogió de hombros la castaña. ─ ¿Me permites? ─ preguntó apuntando con su varita a la rubia, Abril asintió y Hermione hizo lo mismo que con ella.
La rubia sintió un calor agradable en su cuerpo y dejo de sentir ese frío molesto. ─ Gracias, creo que me has salvado.
─ No hay de que. ─ Hermione guardó su varita y suspiró. ─ ¿Lista?
─ Lista.
Las dos chicas salieron de su habitaciones y se dirigieron al gran salón. ─ Espera. ─ Hermione detuvo a Abril antes de que pudiera doblar para bajar las escaleras. ─ Tengo que prepararme mentalmente para esto. ─ respiró profundamente y cerró los ojos.
─ Hermione. ─ Abril rodó los ojos. ─ ¿Puedes comportarte? Solo es un baile, no te irás a casar.
─ Lo sé pero...
─ Pero nada, vamos. ─ La agarró de la mano y la arrastró.
Bajaron las escaleras, Abril miraba el suelo tratando de no caerse y engancharse con el vestido mientras que Hermione sonreía tímidamente mirando a Harry y a Viktor.
Cuando terminaron de bajar, Abril levantó la mirada y vió como su amiga le sonrisa emocionada al de anteojos y se iba con Viktor. ─ Hola Harry, te ves bien. ─ Saludó Abril levantando la mano y sacudiendola en dirección al chico.
─ Tu igual. ─ contestó Harry.
Abril miró a la entrada del baile, las parejas ya estaban completas y entraban mientras charlaban o se daban cariño.
Suspiró y entró al salón, buscó con la mirada al rubio pero no lo encontró. ─ Que pendejo de mierda , me llega a dejar plantada y lo cago a piñas. ─ murmuró bajo.
