( 06. 𝗍𝗁𝖾 𝗃𝗈𝗄𝖾 )

6.7K 706 263
                                    

𝗖𝗔𝗣𝗜́𝗧𝗨𝗟𝗢 𝗦𝗘𝗜𝗦: "𝘓𝘢 𝘣𝘳𝘰𝘮𝘢"

𝗖𝗔𝗣𝗜́𝗧𝗨𝗟𝗢 𝗦𝗘𝗜𝗦: "𝘓𝘢 𝘣𝘳𝘰𝘮𝘢"

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

— Asegúrate de que coma esto. — George extendió un pastelito y yo lo agarré. 

— ¿Qué hará esto? — Pregunté, aunque Draco sea un dolor de huevos, no quería causar algo grave y que le pase algo. No quería ser expulsada. 

— Le hará cambiar la voz. — Contestó Fred. 

Volubilis... — Susurré. — Buenísimo. — Dije sonriendo, la gente a mi alrededor se había acostumbrado a que tire palabras en español así que ya no me veían tan raro, al principio me miraban raro y con asco pero ya no. 

Lo único bueno es que puedo insultarlos y ellos no se dan cuenta, menos Dumbledore, él lee la mente y por esa razón no trato de pensar cosas estúpidas cuando estoy con el. 

— Nosotros iremos al Gran comedor, nos vemos pequeña. — George despeinó mi pelo y me sonrió, Fred me sonrió y guiñó un ojo antes de irse. 

¿Por qué tienen que ser tan malditamente lindos? 

Caminé hacia la biblioteca ya que sabía que Draco iba a estar allí. En el camino empecé a recrear varias escenas de cómo podría salir esto. Uno, Draco por alguna estupida razon comería el pastelito y su voz cambiaria. Dos, que me mande a cagar a penas le diga hola. Tres, que termine tirando el pastelito y mi broma fracase. 

Cuando llegué a la biblioteca revisé el lugar con la mirada, había una chica de Ravenclaw durmiendo en una punta y luego estaba Draco mirando un libro con asco. Tenía una mano agarrando el libro viejo y la otra enyesada. Me acerqué con mi precioso muy despacio y antes de que me viera, me deje caer en la silla frente a él. 

El rubio se asustó por el ruido y me miró con los ojos muy abiertos, al darse cuenta que era yo bufó y siguió mirando hacia el libro. — Draco. 

— ¿Que quieres? — Preguntó cortamente.

— Traje algo para ti. — Comenté y él me miró, pude ver que sus cachetes estaban un poco colorados. — Robe esto de la cocina para ti. — Le dije dándole el pastelito con una sonrisa.  

— ¿Por mi? ¿Para qué querría algo de ti, traidora? — Preguntó arrugando su nariz. Si Draco no fuera tan idiota podría llegar a creer que es lindo, pero su personalidad le quita lo atractivo según yo. 

— Quería disculparme por lo de ayer... — Mentí, no me arrepentia de desafiarlo. 

— ¿Tu? ¿Disculpándote? — Preguntó sarcásticamente. — ¿Que insecto te picó, Searls? 

— En serio Malfoy, quiero disculparme por insultarte y todo eso. — Contesté. — Empecemos de cero, ¿Si? Como en primer año. 

Él seguía frunciendo el ceño, pero después de unos segundos su rostro se relajo y me miró con una pequeña sonrisa. 

Ya casi... 

— Esta bien. — Aceptó, ¡Listo! — Pero no voy a presentarme y toda esa mierda.

Me arrancó el pastelito de mis manos, lo miró por unos segundos antes de encogerse de hombros y darle una mordida. 

Gracias, Fred y George. 

Cuando terminó de comérselo me miró. — Espero que te haya gustado, Malfoy. 

— Tengo que ad... — Se calló al escuchar su propia voz, quise reír en ese momento pero tenía que fingir. La voz del rubio era mucho más fina e irritante. — ¿Que? 

No pude aguantar más y me reí fuertemente. Draco se paró rápidamente de su lugar y me miro molesto. — ¿Que era eso? 

Me reí aun más fuerte al escuchar su voz molesta y finita. — Volubilis. — Contesté entrecortadamente.  

— ¡Eres una mentirosa! ¡Traidora! — Exclamó juntando rápidamente sus cosas. — Eres tan estúpida. 

— Si, lo que digas ardillita. — Deje de reír para mirarlo por última vez. — Espero que con esto dejes de molestarme. — Me levanté yo también y me fui casi corriendo de la biblioteca. Draco era capaz de lanzarme un anteoculatia como venganza.  

— ¡Searls, ven aquí! 

[...] 

Bueno, no fue como pensé que iba a ser. 

Draco tomó esa broma como si fuera una invitación a joderme todos los días, no paraba de molestarme.

Cómo ahora mismo. 

— A veces pienso que eres sorda, ¿Acaso no escuchas que te hablo? — El rubio se interpuso en mi camino, ya se le estaba haciendo costumbre eso. 

— A veces pienso que eres ciego, ¿Acaso no ves que te estoy ignorando? — Ya me estaba hartando la voz de Draco, creo que prefiero la voz de ardilla del otro día.

— Cuídate Abril, te estaré vigilando y cuando menos lo esperes, te hare sufrir. — Esas fueron las últimas palabras de Malfoy antes de caminar hacia la clase de pociones.  

— ¡Ya estoy acostumbrada a que me vigiles! 




⩩  𝐒𝐓𝐀𝐋𝐊𝐄𝐑, draco malfoyWhere stories live. Discover now