Capítulo 3

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El rubio se encontraba secándose el cuello con una toalla blanca sin ocultar su semblante de frustración por lo acontecido momentos atrás. Desabotonó su camisa de la parte de arriba y prosiguió a secarse el rostro mientras escuchaba de fondo el bullicio de las demás personas que se encontraban todavía en la celebración. Una vez que terminó de secarse, sostuvo la toalla dejándola recargada en su brazo y revisó su reloj digital. Le dio varias veces en el botón de encendido y este no respondía — no me digas que realmente se rompió — dijo en voz baja. Se quitó el reloj y comenzó a darle golpecitos chocándolo con la palma de su mano — no se rompió, no se rompió — volvió a apretar los botones.

En eso, un chico de traje negro y gafas se acercó a él — la persona que salvaste es Hermione Granger. Solo pídele que te compre uno nuevo — comentó como si fuera la cosa más obvia del mundo. Draco observó un par de segundos al chico, para después salir del lugar sin responder su comentario.

♡♕♡

— "Adinerada heredera sin suerte en el amor. La lleva al suicidio" — Hermione se encontraba en su habitación, sentada en su sillón mientras leía en voz alta un artículo en su smarthone en el que se podía apreciar una foto de ella cuando estaba dentro de la piscina. Mientras leía, tenía abrazada una almohada, y al lado de ella se encontraba un hermoso peluche de un oso blanco con capa dorada. Su mayordomo (el hombre mayor de traje azul grisáceo que la despertó en la mañana) y otro hombre le estaban haciendo compañía — "la mujer de piel blanca, rica y hermosa se convirtió en un pollo empapado. ¡Parece que empaparse es el punto focal del año!" — la castaña soltó una pequeña risa al leer el artículo.

— Apresúrense y borren el documento — susurró el mayordomo al otro hombre y este se retiró.

— ¡No es necesario! — el mayordomo volteó a verla — necesito encontrar a cada uno de ellos y tomar venganza, uno a la vez.

— Señorita, hubo mucha gente esta vez — respondió con nerviosismo.

— ¡Entonces deme una lista de nombres! Debo conseguir mi venganza — exclamó — Oh, sí... ¿y la persona que me salvó la vez pasada?

— Oh, cuando fui, él ya se había ido. Pero lo estamos buscando.

— ¡Pervertido! — dijo la chica entre dientes en voz baja a la vez que el mayordomo seguía hablando.

— Señorita, aparte de darle un reloj... ¿hay algo más?

— No hay nada más. Primero encontrar a la persona, luego vamos a hablar — Hermione se veía un molesta.

— Está bien. Entonces ¿Qué quiere decir con que va a dejar este asunto pasar?

— ¡Nunca había estado así de avergonzada antes! ¿Cómo puedo dejarlo pasar?

— Escuché que el señor Diggory recibió ayer un buen regaño de su padre. ¿Piensa que deberíamos pedirle a la señora que vaya a la casa de la familia Diggory otra vez?

La chica sonrió ladinamente un breve segundo — No es necesario. Decidí ir yo misma. Deja que Cedric Diggory se enamore de mí, entonces lo dejo — el mayordomo asintió — Hagrid — hizo un pequeño puchero — quiero beber algo de agua con miel — su tono de voz ahora sonaba desanimado.

— Sí — el hombre se dio la vuelta y salió de la habitación. Hermione se inclinó un poco y tomó entre sus manos su cuaderno rosa en el cual hacía dibujos. Lo fue hojeando hasta llegar a un dibujo de una princesa hincada y recargada en un trono.

— "La persona que te gusta... tú nunca le gustarás" — una voz sonó en su mente al apreciar dicho dibujo. Hermione jadeó y cerró la libreta, llena de frustración.

My Little Princess [Dramione]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora